El opositor ruso Aleksei Navalny, actualmente encarcelado, llamó hoy a sus compatriotas a salir a las calles contra la invasión de Ucrania ordenada por el presidente Vladimir Putin, al que calificó de “zar loco”.
“Rusia quiere ser una nación de paz. Por desgracia, pocas personas nos llamarían así ahora. Pero al menos no nos convirtamos en un país de gente asustada y silenciosa, de cobardes que fingen no darse cuenta de la guerra contra Ucrania desatada por nuestro obviamente zar loco”, asegura Navalny desde su cuenta de Twitter.
Subrayó que “Putin no es Rusia. Y si hay algo en Rusia ahora mismo de lo que uno puede estar más orgulloso es de esas 6.824 personas que fueron detenidas porque -de forma espontánea- salieron a las calles con pancartas que decían ‘No a la guerra'”.
Navalny se refería a las miles de personas que han sido detenidas estos días en varias ciudades rusas por manifestarse contra la guerra.
“No puedo, no quiero y no me quedaré en silencio viendo cómo las tonterías pseudohistóricas sobre los hechos de hace 100 años se han convertido en una excusa para que los rusos maten a los ucranianos y los ucranianos maten a los rusos para defenderse”, prosigue el principal opositor al régimen de Putin.
“Es la tercera década del siglo XXI y estamos viendo noticias sobre personas que se queman en tanques y casas bombardeadas. Estamos viendo amenazas reales de iniciar una guerra nuclear en nuestros televisores”, agregó.
Recuerda que él está encarcelado y no puede asistir a ninguna protesta pero reitera su llamamiento a los ciudadanos a manifestarse diariamente contra la invasión de Ucrania: “No podemos esperar más. Estés donde estés, en Rusia, Bielorrusia o al otro lado del planeta, acércate a la plaza principal de tu ciudad todos los días”.
“Debemos, apretando los dientes y superando el miedo, salir y exigir el fin de la guerra. Cada persona arrestada debe ser reemplazada por dos recién llegados” a las protestas.
Navalny fue envenenado en agosto de 2020 con un arma química de fabricación rusa (Novichok) y acusa del intento de asesinato a los servicios secretos rusos.
Tras regresar a Rusia en enero de 2021 después de varios meses de convalecencia en Alemania, fue detenido, encarcelado y condenado a dos años y medio de cárcel y, desde entonces, Occidente demanda insistentemente su liberación.
Actualmente está siendo juzgado otra vez por nuevas acusaciones de corrupción que Occidente y algunas ONG consideran que son meramente políticas.
EFE