Un informe del Instituto Casla, dirigido por la defensora de los derechos humanos, Tamara Suju, evidenció este viernes 11 de marzo las presuntas torturas efectuadas por efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en una finca ubicada en la comunidad rural de La Mariposa, estado Miranda.
lapatilla.com
“Una parte importante de las averiguaciones que hemos hecho este año, por medio de los testimonios obtenidos, son los nuevos lugares para encarcelar y torturar que hemos ido conociendo con el tiempo, lo cual sigue demostrando que la planificación de la represión sistemática y la tortura es básica, lo mejor que ellos tienen para castigar a los oponentes o conseguir testimonios falsos”, explicó Suju en la Presentación del Informe Anual 2021 del Instituto Casla en la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La Mariposa tiene una historia macabra. Civiles y militares han sido detenidos y llevados a este lugar para someterlos a las peores torturas que puedan imaginar. Aquí torturaron al Capitán (Rafael) Acosta Arévalo, quien murió a los pies de un juez”, denunció la activista.
Según el relato de exfuncionarios de la Dgcim en el exilio, contactados por el Instituto Casla, “a las víctimas las llevan amarradas, encapuchadas y desnudas por zonas boscosas, y en el trayecto sufren rasguños y cortadas de las ramas. Incluso los empujan para que caigan algunos metros en barrancos, los amarran de los árboles, los arrodillan que los van a fusilar, juegan con ellos a la ‘ruleta rusa’ y los sumergen en pozos fangosos en el bosque el tiempo necesario para que salgan con síntomas de congelamiento”.
Lea también:
La cadena de mando de Maduro está al tanto de las horribles torturas en Venezuela