Los acontecimientos mundiales sucedidos en las últimas semanas, ocurridos con la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Han tenido un gran impacto en los nuevos parámetros políticos y económicos en el mundo con sus impredecibles consecuencias en la calidad de vida de los habitantes del planeta.
Es evidente que se desarrolla una nueva estrategia geopolítica mundial y así lo hemos observado en los distintos pronunciamientos por parte de voceros de los países occidentales, ONU, China y la propia Rusia. Se observa una reafirmación de Europa y Estados Unidos como aliados estratégicos que han hecho un bloque común en la aplicación de sanciones económicas a Rusia, nunca antes sostenidas como forma de presión geopolítica. La respuesta de Rusia ha sido la de suspender las exportaciones de más de 200 productos y amenazar con tomar todos los activos de las empresas extranjeras que dejaron de funcionar en ese país por la aplicación de las sanciones aprobadas por los que conforman la OTAN y los otros países que se han unido a ellas. Los efectos causados están a la vista en el alza de los precios del petróleo y alimentos, con sus efectos en los consumidores del mundo.
Venezuela no escapa a esta preocupante confrontación hasta ahora económica entre los dos grandes bloques en pugna, las grandes reservas de petróleo que poseemos nos convierten en una región de suma importancia para producir elevados volúmenes de petróleo y gas como no lo tiene ningún otro país del continente. Las reuniones sostenidas tanto con una delegación de Estados Unidos, así como la visita oficial a Rusia de simetría axial lo demuestran. Lo que los ciudadanos aspiramos es lograr soluciones que se traduzcan en cambios reales a las dificultades y limitaciones que viven las familias Venezolanas y que estas se conviertan en realidades.
La riqueza petrolera que poseemos debe servir para que los venezolanos sientan su beneficio traducido en una mejor calidad de vida y se logren acuerdos políticos inmediatos que faciliten las soluciones que todos aspiramos. Las sanciones vuelven a ser centro de controversia entre los que insisten en mantenerlas y los que las denuncian como las responsables de la crítica situación social y económica en la cual nos encontramos. La base popular observa este debate sin ser escuchada y no quiere seguir siendo convidado de piedra en decisiones públicas que no conduzcan a nada sin beneficios para la gente, pero insiste en lograr salidas satisfactorias a las complejidades que nos envuelven y que nuestras riquezas naturales como el petróleo, se conviertan en fuente de bienestar y mejor calidad de vida para los VENEZOLANOS.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.