Seguimientos en jornadas náuticas, vigilancia en restaurantes, fotografías y hasta un geolocalizador en el carro. Cuatro agentes de la Guardia Civil, un militar y un empresario fueron detenidos este lunes por la unidad de Asuntos Internos del instituto armado acusados de pertenencia a organización criminal, revelación de secretos y coacciones por su presunta implicación en un operativo de seguimiento ilegal a una mujer de nacionalidad canadiense en Mallorca. De ellos, se ha dictado prisión para dos y el resto está ya en libertad.
Por El País
Las pesquisas policiales apuntan al expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli como la persona que habría encargado y pagado por el operativo de espionaje durante la estancia de la mujer en la isla en julio de 2020, según informes de la Guardia Civil a los que ha tenido acceso EL PAÍS. El exmandatario centroamericano figura como investigado en la causa, según confirman fuentes policiales. Además de los detenidos, hay otras cinco personas investigadas.
A última hora de este miércoles, la jueza de guardia del Juzgado de Instrucción Número 2 de Palma ha ordenado prisión comunicada y sin fianza para dos de los detenidos, entre ellos uno de los guardias civiles. Los otros cuatro han quedado en libertad, pero se les ha retirado el pasaporte y deberán comparecer periódicamente ante el juzgado. Los seis implicados fueron detenidos el pasado lunes por agentes desplazados desde Madrid y desde entonces permanecieron permanecido en los calabozos de la Guardia Civil de Palma, hasta ser puestos, este miércoles por la mañana, a disposición judicial. Los cuatro agentes de la Guardia Civil de la zona de Baleares arrestados prestaban servicio en lugares como el Palacio de Marivent, el aeropuerto de Son Sant Joan y el municipio de Calvià. Los otros dos detenidos son un militar y el propietario de una empresa de seguridad privada.
Según la documentación incorporada al sumario, los hechos investigados se produjeron entre el 8 y el 14 de julio de 2020. Los agentes, de forma coordinada, realizaron vigilancias de control y seguimiento sobre una empresaria que vive entre Miami y Mallorca. Los investigadores han documentado el uso por parte de los implicados de dispositivos de geolocalización y de toma de imágenes durante las vigilancias, de las que supuestamente mantenían informado a Martinelli, que quería conocer las relaciones personales e íntimas que tenía esta mujer con la que “mantendría una relación sentimental” según consta en uno de los informes policiales incorporados a la causa.
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