Cuatro misiles rusos han impactado en el zoo de Mikolaiv, la ciudad ucraniana que frena a la tropa de Putin por el sur. Y ninguno ha estallado. Entre buitres y panteras, han quedado clavados en el suelo.
Por La Vanguardia
Han encerrado a los tigres en sus jaulas interiores para que no escapen si las bombas revientan el perímetro
“No vamos a evacuar a los animales hasta que sea del todo necesario”, afirma Vladímir Topchi, director del zoológico, sin precisar qué entiende por del todo necesario.
El primer misil lo exhiben entero junto a una gran serpiente disecada. El misil y la serpiente son igual de largos y peligrosos. Un proyectil tiene siempre algo de reptil.
El segundo y el tercer misil cayeron en la zona de los pájaros. Los dos siguen ahí, como si alguien los hubiera clavado expresamente en la tierra. Uno ha sido desactivado y el otro, no. “Mejor no os acerquéis demasiado”, dice el director.
El cuarto proyectil, también sin desactivar todavía, cayó cerca de una pantera parda que acaba de parir.