Cuántas horas de sueño son necesarias para dormir bien, según la ciencia

Cuántas horas de sueño son necesarias para dormir bien, según la ciencia

La investigación, que se llevó a cabo por expertos en Washington, Estados Unidos, obtuvo como resultado que dormir demasiado podría interferir con la función cognitiva (Getty Images)

 

 

 





 

La investigación científica deja en claro que dormir es fundamental a cualquier edad. El descanso potencia la mente, restaura el cuerpo y fortalece prácticamente todos los sistemas necesarios del organismo, así lo reseñó INFOBAE.

Pero, ¿cuánto tiempo de sueño necesitamos realmente para obtener estos beneficios?

La guía oficial del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido establece que la mayoría de los adultos necesitan entre seis y nueve horas de sueño cada noche. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que este podría no ser el caso, ya que algunos adultos necesitan tan solo cuatro horas de descanso para despertarse sintiéndose renovados.

La investigación de expertos en Washington, Estados Unidos, encontró que dormir demasiado podría interferir con la función cognitiva. Los expertos encontraron que las personas que dormían menos de 4,5 horas por noche y las que dormían más de 6,5 horas cada noche tenían un mayor riesgo de deterioro cognitivo con el tiempo. También encontraron que el impacto de la duración del sueño en el cerebro tiene el mismo efecto que el envejecimiento, que es uno de los mayores factores de riesgo cuando se trata de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.

Los investigadores sugieren que, para los adultos, lo ideal es dormir entre 4,5 y 6,5 horas por noche. En diálogo con The Conversation, el profesor titular de psicología Greg Elder dijo que los investigadores no saben con certeza por qué la falta de sueño está relacionada con el deterioro cognitivo. “Una teoría es que el sueño ayuda a nuestro cerebro a eliminar las proteínas dañinas que se acumulan durante el día. Entonces, interferir con el sueño podría interferir con la capacidad de nuestro cerebro para deshacerse de estos”, remarcó el experto.

“La evidencia experimental incluso respalda esto y muestra que una sola noche de privación del sueño aumenta temporalmente los niveles de beta-amiloide en el cerebro de las personas sanas”, sostuvo Elder y agregó que los hallazgos del estudio son sorprendentes, ya que la mayoría de los organismos de salud, incluido el NHS en el Reino Unido y el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos, afirman que las personas deberían tener más de seis horas cada noche.

“El estudio mostró que dormir más de 6,5 horas se asoció con el deterioro cognitivo con el tiempo; esto es bajo si consideramos que se recomienda que los adultos mayores duerman entre siete y ocho horas todas las noches. Podría darse el caso de que no sea necesariamente la duración del sueño lo que importa, sino la calidad de ese sueño cuando se trata del riesgo de desarrollar demencia”, destacó. Sin embargo, el especialista afirmó que es clave recordar que los 100 participantes en el estudio que durmieron más tiempo pueden haber estado sufriendo problemas que no se detectaron en las pruebas.

Los investigadores habían ajustado los factores relacionados con la demencia, pero Greg explicó que las personas que duermen más tiempo también pueden haber tenido otras afecciones preexistentes que podrían haber contribuido a su deterioro cognitivo y que no se tuvieron en cuenta. “Por ejemplo, esto podría incluir mala salud, nivel socioeconómico o niveles de actividad física. Todos estos factores juntos pueden explicar por qué dormir más tiempo se vinculó con el deterioro cognitivo”, agregó.

Un estudio separado, publicado en San Francisco, Estados Unidos, descubrió que la cantidad de horas que dormimos en realidad se debe a la genética. El autor principal del estudio, el neurólogo Louis Ptacek, sostuvo: “Existe un dogma en el campo de que todos necesitan ocho horas de sueño, pero nuestro trabajo hasta la fecha confirma que la cantidad de sueño que las personas necesitan difiere según la genética”.

“Piense en ello como análogo a la altura; no hay una cantidad perfecta de altura, cada persona es diferente. Hemos demostrado que el caso es similar para el sueño”, remarcó. El equipo ha estado estudiando los patrones de sueño durante más de diez años. Estudiaron a personas con sueño corto natural familiar (FNSS), la capacidad de funcionar completamente y tener preferencia por cuatro a seis horas de sueño por noche.

Sin embargo, indicaron que estudiar los genes relacionados con el sueño sería como un “rompecabezas de mil piezas”. Los expertos explicaron: “Los problemas de sueño son comunes en todas las enfermedades del cerebro. Esto tiene sentido porque el sueño es una actividad compleja. Muchas partes de tu cerebro tienen que trabajar juntas para que te duermas y te despiertes. Cuando estas partes del cerebro están dañadas, es más difícil dormir o tener un sueño de calidad”, concluyeron.