La pequeña Madeleine McCann tenía sólo tres añitos cuando desapareció del apartamento de Praia da Luz, Portugal, donde dormía con sus hermanos mientras sus padres cenaban en un restaurante ubicado a pocos metros. Era mayo del 2007, y cuatro años después Scotland Yard puso en marcha la Operación Grange, su propia investigación sobre lo ocurrido, que ahora está a punto de cerrarse, ya que los fondos del Ministerio del Interior para la investigación se agotarán el 31 de marzo.
Por abc.es
La Policía Metropolitana de Londres (MET), que recibió una subvención de 349.328 libras esterlinas del Ministerio del Interior para financiar la investigación para el año fiscal 2021-22, ha solicitado otra subvención para poder costearla hasta septiembre de este año, pero, en todo caso, es lo más lejos que se prevé su extensión.
El costo total de la investigación asciende a unos 13 millones de libras esterlinas (unos 15,5 millones de euros). Una fuente citada por el tabloide ‘The Sun’ aseguró que «el final del camino para la Operación Grange está a la vista» pero un portavoz de la policía declaró que «nuestra investigación está en curso» y que «la financiación es un asunto del Ministerio del Interior».
El diario ‘The Telegraph’ detalló que Policía Metropolitana tuvo en algún momento a 40 personas trabajando en la Operación Grange, pero actualmente son solo cuatro detectives los que están investigando, bajo el mando de la jefatura de casos sin resolver, y que son a su vez los encargados de mantener al tanto de los avances a los padres de Madeleine, Kate y Gerry, ambos de 54 años.
La investigación podría cerrarse sin que nadie sea condenado. Hasta el momento, el único sospecho es Christian Brueckner, un pedófilo y violador convicto que la policía alemana cree que estuvo involucrado en la desaparición de la pequeña, pero contra el que no se han presentado cargos y que actualmente cumple una condena de siete años en una prisión de alta seguridad por haber violando a una mujer de 73 años en el mismo lugar en donde desapareció Madeleine. El equipo alemán de investigadores, dirigido por Hans Christian Wolters, dijo en el 2020 que están seguros de que Brueckner mató a la niña, pero no hay pruebas suficientes en su contra. Los padres de Maddie, no obstante, insisten en que la menor está viva. «La pandemia de Covid ha hecho que este año sea aún más difícil por muchas razones, pero afortunadamente la investigación para encontrar a Madeleine y su secuestrador ha continuado», aseguraron en un comunicado en mayo del año pasado.