En condiciones deplorables, médicos y enfermeras deben atender a los pacientes que acuden a las consultas externas de las diferentes especialidades en el Hospital Central de Maturín. Ante este problema, algunas consultas son limitadas a pesar de la larga lista de personas que acuden por cita.
Corresponsalía lapatilla.com
Solo basta con recorrer los pasillos en el área llamada “las casitas” para evidenciar que muchos de los compresores de aires han sido desvalijados o hurtados por completo. De todas las especialidades son pocas las que están climatizadas.
Entre las consultas que no cuentan con aire está la de neurología, que por tres años estuvo paralizada luego que los equipos de refrigeración fueran robados. A comienzos de este año, el servicio fue reactivado “por la necesidad de los pacientes” tal como lo afirma la jefa de esta unidad, María Alcalá.
La neurólogo explicó que a pesar de los innumerables llamados a las autoridades para que reparen los aires, no han recibido respuesta alguna. Señaló que es un riesgo tanto para el personal como para los pacientes trabajar en estas circunstancias tan adversas por bacterias que pudieran propagarse.
“En esta consulta somos cuatro especialistas, procuramos atender hasta cinco pacientes porque el calor es muy fuerte, pero a veces tenemos que atender hasta 10. Por esta situación estamos dando citas hasta mayo y luego vamos a parar la consulta por un mes para volver nuevamente”, indicó Alcalá.
Otras consultas que no cuentan con equipos de climatización son higiene mental, oftalmología, medicina interna, odontología, otorrinolaringología, pie diabético e incluso la propia Central de Citas donde sus empleados trabajan como en un sauna por el calor que hace.