Un artista colombiano dibujó en un barrio popular de la ciudad colombiana de Cali un mural con la cara del cantante puertorriqueño Residente y una paloma de la paz pintada con sangre humana, para que no “se derrame más sangre en Colombia por guerras”.
“Queremos mandar un mensaje claro de que no queremos que se derrame más sangre en Colombia por guerras y por todos los conflictos que ha vivido el país, sino que esta vez vamos a derramar más sangre por arte y cultura”, aseguró a Efe el líder social John Freddy Guevara, quien invitó a la comuna 20 de Cali a Julián Castillo para que realizara la obra.
Con la sangre que cinco jóvenes han donado diluida en un pigmento que le ayuda a no oxidarse y a permanecer en la pared, dibujaron la cara del popular René Pérez, cuyas letras son coreadas en protestas, y también una paloma de la paz en un antiguo depósito de agua, que nunca funcionó porque estaba mal construido y que acabó convertido en basurero.
Los jóvenes del barrio lo limpiaron y ahora lo quieren reconvertir en un observatorio astrológico, que estará decorado con las dos pinturas de Castillo.
“Este sector de Las estrellas es el icono de Cali y este lugar lo estamos trabajando para que sea un lugar turístico, es un lugar que le queremos regalar al turismo, por eso invitamos a todos los caleños y a los extranjeros que también vengan y participen con nosotros para ver el cambio que tiene la comuna 20”, invitó Castillo.
El primer invitado fue Castillo, quien comenzó en 2019 con un mural grande con un águila en el municipio de Roldanillo, en el departamento de Valle del Cauca.
Empezó con materiales más comunes, como el lápiz, y realizó murales como el que adorna la fachada del hotel Oasis de Roldanillo, con el que se llevó el Récord Guinness, pero le “gustó la experiencia de trabajar con materiales no cotidianos”.
“Entonces en un punto, pues yo me ponía a pensar cómo qué cosa se puede utilizar, que sea así como muy impactante”, dijo a Efe, y acabó pintando con sangre.
En el proceso le ha ayudado el enfermero Víctor Ruiz, que se unió al proceso porque cree “que a lo largo de la historia de Colombia se ha derramado mucha sangre” y este tipo de obras ayudan a llevar un mensaje de paz.
“Tratamos de que sea lo más aséptico, higiénico y limpio posible”, explicó. Así, buscan voluntarios y consiguen los insumos médicos, les sacan la sangre con profesionalidad y realizan la mezcla para preparar la pintura.
Cali fue el epicentro de las protestas del año pasado en Colombia, en las que murieron más de 80 personas, muchas de ellas por la respuesta policial.
EFE