Estados Unidos y la Unión Europea anunciarán este viernes un acuerdo para el envío de gas natural licuado (GNL) desde Washington a los países europeos, según dijo hoy la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
“Mañana, con el presidente Biden, presentaremos un nuevo capítulo en nuestra asociación energética. Se trata de gas natural licuado adicional de EE.UU. a la UE, sustituyendo el gas natural ruso que tenemos por ahora”, dijo Von der Leyen a su llegada a la cumbre que los líderes europeos celebran hoy en Bruselas y a la que está invitado Biden.
“Es un importante paso adelante”, aseguró.
Von der Leyen llegó a la sede del Consejo Europeo tras haber participado en la cumbre del G7, donde los países más industrializados del mundo han decidido restringir las ventas de oro de Rusia y reducir su dependencia energética de Moscú.
La presidenta del Ejecutivo comunitario dijo también que “la energía será un tema importante en la cumbre europea” y aseguró que “el objetivo principal” es la compra conjunta de gas para poder ganar influencia con “el poder del mercado europeo”, así como el almacenamiento conjunto de esta fuente energética.
Los líderes europeos discutirán distintas fórmulas para lograr reducir los precios de la energía.
Precisamente la Comisión Europea presentó el miércoles cinco opciones para lograr este objetivo, que van desde poner un tope al precio del gas en el mercado mayorista, compensar los costes de producción de empresas que generen electricidad con combustibles fósiles, redirigir los “beneficios caídos del cielo” a los consumidores o crear un agregador que garantice un precio bajo a consumidores vulnerables
Bruselas también presentó una propuesta legislativa para obligar a que los Estados miembros tengan sus almacenes de gas llenos al menos al 80 % de cara al próximo invierno y un mecanismo para poder retirar el control de los depósitos a compañías de terceros países, como la rusa Gazprom, si su comportamiento amenaza la seguridad de suministro.
El documento sobre energía presentado por la Comisión es el tercero de los últimos cinco meses, en los que el Ejecutivo, presionado por países como España, Grecia, Rumanía, Francia, Italia o Bélgica, se ha ido abriendo progresivamente a intervenir en el mercado, algo impensable en Bruselas hace medio año y que sigue sin agradar a Alemania o Países Bajos.
La cumbre europea se celebra tras las que la OTAN y el G7 han celebrado previamente en Bruselas, reuniendo en la capital belga a más de una treintena de líderes mundiales para abordar la invasión rusa contra Ucrania.
“Bruselas es hoy el centro del mundo libre”, manifestó Von der Leyen.
EFE.