La primera noche de toque de queda en Miami Beach, decretado para evitar nuevos altercados por parte de los miles de jóvenes que la visitan estos días por sus vacaciones de primavera (“spring break”), se saldó este viernes sin incidentes.
“Todo estuvo tranquilo sin incidentes”, dijo a Efe un portavoz de la Policía de Miami Beach, ciudad que declaró el pasado lunes el estado de emergencia e impuso el toque de queda para contrarrestar los desordenes registrados durante el fin de semana que dejaron cinco personas heridas de bala.
La concurrida Ocean Drive y sus alrededores, llenos de bares y discotecas, que noches previas había mostrado una notable afluencia de turistas, lució anoche desierta y con alta presencia policial, según imágenes de medios locales.
El toque de queda desde la medianoche y hasta las seis de la mañana en esta zona turística se mantendrá cada noche hasta el próximo lunes, aunque se espera que podría ampliarse también al siguiente fin de semana.
A esta medida se sumó la prohibición de vender bebidas alcohólicas en Miami Beach desde las seis de la tarde fuera de locales como bares y restaurantes, por lo que afecta principalmente a las licorerías de la zona.
La policía local ha alertado de que las personas que sean descubiertas saltándose el toque de queda podrían, incluso, acabar en la cárcel.
El jefe de la Policía local, Richard Clements, señaló que en las últimas cuatro semanas sus agentes han decomisado más de un centenar de armas de fuego, de las cuales 75 correspondieron al pasado fin de semana.
“No queremos aquí el ‘spring break’, pero la gente sigue viniendo”, lamentó recientemente el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber.
Este es el segundo año consecutivo donde las autoridades locales se ven obligadas a decretar el estado de emergencia y el toque de queda después de que el año pasado una persona resultó muerta y hubo más de un millar de detenidos.
Este fin de semana coincide con la celebración en la vecina ciudad de Miami del festival Ultra Music, que se espera reciba desde este viernes a cerca de 55.000 personas para cada una de sus tres fechas.
Aunque no se ve directamente afectado por el toque de queda y prohibición de vender alcohol, tradicionalmente muchos de los asistentes a este festival de música electrónica venidos de todas las partes del mundo pernoctan en la cercana Miami Beach. EFE