El Grupo VI de la Brigada Provincial de Extranjería de la Policía Nacional ha conseguido liberar a tres mujeres que estaban siendo explotadas sexualmente gracias a que una de ellas se animó a denunciar su situación en el teléfono especial contra lal trata, el 900 10 50 90, que no deja rastro.
Por ABC
Fue el 4 de diciembre cuando se produjo la llamada de auxilio, y los agentes activaron en ese momento la operación Caldera. El entramado lo confomaban siete mujeres y un hombre, sin antecedentes, encabezados por la ‘madame’ y su marido, ella paraguaya y él español. Residían en un piso de Usera. concretamente en un bajo, y en los dos colindantes tenían las habitaciones donde esclavizaban a estas pobres chicas.
Incluso las grababan en los cuartos.
En un principio, las mujeres prostituidas llegaron allí para ejercer voluntariamente, pues desde la pandemia el sexo de pago ha ido despareciendo paulatinamente de las calles y en lugares cerrados se sienten más protegidas. Las tres víctimas son dos españolas y una extranjera, precisan fuentes del caso.
Lo que no esperaban era que las tuvieran ‘trabajando’ las 24 horas del día ni que las obligaran a consumir drogas; pero también a que se las suministraran a los clientes, entre los que había menores de edad, según explicó la denunciante.
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