Teletransportan a la infancia, ese es el objetivo de Divinos Pecados, regalar diez minutos que nadie te pueda quitar. Por eso la heladería esta diseñada al gusto del cliente, donde te sientes cómodo y fresco; un lugar lleno de color y hasta las luces están pensadas para que el cliente se siente satisfecho, no se comparan con nadie porque son únicos tanto en el producto como en el ambiente.
Por Analid Rojas y Steffany Carvajal | lapatilla.com
La decoración de Divinos Pecados evoca a una heladería de los años 50, colorido, alegre, feliz y se siente la pasión por lo que hacen.
En Divinos Pecados de herencia italiana, son amantes de los helados y se han mantenido por 12 años, fabrican helados artesanales, utilizando tecnología antigua de los años 1700. La base es una pasteurización de la mezcla de leche y huevo, luego se procede a madurarla por casi 18 horas, y puede extenderse hasta 72 horas dependiendo del helado. A partir de ahí, se le agrega el sabor, completamente natural, que elaboran y procesan en la propia heladería.
Este procedimiento es el orgullo de Divinos Pecados, porque crean sabores que se disfrutan, sin exceso de azúcar para no empalagar el paladar, este mismo proceso permite que el helado mantenga su forma y no se derrita como otros.
Empezaron con los sabores tradicionales: chocolate, mantecado y fresa; después se expandieron a los sabores nacionales, tamarindo, mamón, miche y chica andina; pasando por el susy, la galleta maría y el cocosette, hasta llegar a los licores. Doce años después tienen 580 sabores, diariamente tienen 24 sabores y los van rotando, sin dejar de innovar e inventar nuevos sabores como el exótico cotufa con dulce de leche.
Para Divinos Pecados emprender en estos tiempos es como surfear, te montas en la tabla y sabes que el mar puede estar normal o puede estar picado, conoces cómo comienzan pero no sabes cómo terminan, si logras terminar el día sin caerte de la tabla has cumplido con tu objetivo. Además, consideran que hacer proyecciones es difícil porque es un mercado complejo, solo hay que dedicarse y no decaer. Es como la vida misma; decides hacerlo o te quedas en tu casa, puedes lograr medio éxito o el éxito completo, pero pase lo que pase debes aprender a levantarte, ser honesto contigo mismo, mirar hacia donde vas sin engañarte. Es una situación difícil, pero hay que salir adelante.
Con ese espíritu de emprendimiento y esperanza en el futuro están importando desde Italia envases especiales para llevar helados a la casa que mantienen el helado por hasta dos horas, y explican que los envases se pueden guardar en la nevera sin que se cristalice y conviertan en hielo.
En cuando a expandirse, en Divinos Pecados lo están pensando bien, no se trata de abrir nuevos locales solo por abrir, ni tapar un hueco con otro, para ellos cada lugar, cada sector es diferente a otro, es un aprendizaje entre los clientes y los empleados.
Divinos Pecados se siente como una familia desde el momento que entras se respira camaradería. Para ellos, sus empleados son su vértebra por eso capacitan a sus empleados para recuperar el concepto del trabajo en equipo y romper las barreras que se crearon en los últimos años porque no se trata solo de dinero, se trata de impulsar una marca y enfocarse en el objetivo principal, el progreso.
Así superaron la prueba de fuego cuando llegó la pandemia a Venezuela en el 2020. Durante la pandemia se vieron obligados a cerrar, sin embargo, mantuvieron el sueldo a los empleados con un poco de los ahorros que lograron guardar durante esos años, a pesar de permanecer cerrados y no percibir ingresos por casi dos años.
Pero no perdieron el tiempo, desarrollaron tecnología para elaborar pan con masa madre y dedicarse a la pastelería, lo que más le piden en Divinos Pecados es la torta Red Velvet, Pie de Limón y Torta de Chocolate
También perfeccionaron el helado para bajar más el azúcar y maximizar el sabor natural. Para ellos el secreto es las finanzas, aprender a manejar los gastos, sin bajar la calidad, ni las porciones, ni el sueldo a los empleados, tratar que el producto sea rentable. Por eso, tienen neveras que pueden conservar el helado hasta por cuatro días sin electricidad.
Quieren vender realidades, en Divinos Pecados el manejo de las redes sociales es un gran difusor de información pero están empeñados en vender la realidad, para ellos es importante enamorar al cliente a través del sabor.
Esta increíble heladería volvió al ruedo nuevamente, abrieron a finales del año pasado e iluminando los pasillos con sus luces, alegres colores y uniformes llamativos que deja boquiabierto a todos los que pasa por enfrente.
