Las 132 víctimas del accidente del vuelo de China Eastern que se estrelló hace una semana en el sur del país ya han sido identificadas mediante muestras de ADN, informaron hoy las autoridades.
El avión, un Boeing 737-800 que volaba entre las ciudades de Kunming (suroeste) y Cantón (sureste), se precipitó a tierra en la región de Guangxi a las 14.38 hora local (06.38 GMT) del pasado día 21 causando la muerte de todas las personas que iban a bordo (123 pasajeros y 9 miembros de la tripulación).
Desde que ocurrió el accidente, 632 familiares de los fallecidos han podido acceder en grupos al lugar donde cayó el avión, y se ha proporcionado atención psicológica a los allegados que la han precisado, de acuerdo a medios estatales.
La violencia del impacto y lo escarpado de la zona montañosa en que se estrelló la aeronave han dificultado las tareas de búsqueda, que han cubierto hasta ahora un área de más de 40.000 metros cuadrados en la que han encontrado restos humanos y partes del avión, entre ellas las dos cajas negras y uno de los motores.
El hallazgo entre el miércoles y el domingo pasados de las dos cajas negras del aparato ayudará a determinar las causas de la caída del avión, que cayó en picado en posición vertical descendiendo casi 8.000 metros en menos de tres minutos, según el portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24.
Aunque el descodificado de los datos de las cajas ya ha comenzado, funcionarios que participan en la investigación precisaron hoy que este contenido es insuficiente por sí solo para esclarecer lo ocurrido y que están recopilando todos los restos posibles del aparato, así como vídeos del momento del accidente.
El avión, que acumulaba casi siete años de servicio, había pasado todas las revisiones que establece la normativa y su estado técnico era “estable y normal” durante el despegue, según declaraciones de un representante de China Eastern citadas estos días por la prensa local.
El siniestro del lunes puso fin a una racha de casi 12 años sin accidentes graves de aviación en el país asiático, cuyas autoridades anunciaron una investigación que se prolongará durante dos semanas “para garantizar la seguridad absoluta” en las operaciones del sector.
Tal y como dicta la tradición China que debe hacerse siete días después de un fallecimiento, numerosos ciudadanos se sumaron el domingo a una jornada de duelo por las víctimas del accidente que incluyó una ceremonia con tres minutos de silencio en el lugar donde se desarrolla la búsqueda.
También el presidente chino, Xi Jinping, se sumó este lunes al duelo por el accidente aéreo y rindió tributo a las víctimas. EFE