Cada año, de marzo a octubre, la capa de hielo alrededor de la Antártida se expande y multiplica su tamaño por seis hasta ocupar una superficie mayor que la de Rusia, después, en diciembre, cuando en la Antártida no se pone el sol, el hielo marino retrocede aún más rápida y dramáticamente.
Hoy, una investigación dirigida por la Universidad de Washington (UW) y publicada en Nature Geoscience, explica por qué el hielo se comporta así y, según parece, solo sigue simples reglas de la física.
La investigadora de la UW y autora principal del estudio, Lettie Roach, pensaba que “teniendo en cuenta lo complejo que es el sistema climático”, era sorprendente que el rápido retroceso estacional del hielo marino antártico pudiera explicarse con un mecanismo tan simple como un crecimiento lento y un retroceso rápido.
En el Polo Norte, debido al calentamiento global, la capa de hielo del Ártico disminuye gradualmente desde la década de 1970 mientras que la cubierta de hielo de la Antártida ha oscilado en las últimas décadas.
Desde hace años, los investigadores trabajan para comprender el hielo marino alrededor del Polo Sur y representarlo mejor en los modelos climáticos.
Estudios previos habían estudiado si los patrones de viento o las aguas cálidas del océano podrían estar detrás de esta asimetría en el hielo marino antártico.
El nuevo estudio demuestra que, igual que un día de verano alcanza su máximo candente al final de la tarde, el verano antártico llega a su máximo poder de fusión en pleno verano, acelerando el calentamiento y la pérdida de hielo marino.
Para hacer el estudio, los investigadores analizaron los modelos climáticos globales y construyeron un sencillo modelo basado en la física para demostrar que ésta es la que explica el patrón estacional del hielo antártico.
“Nuestros resultados demuestran que el ciclo estacional del hielo marino antártico puede explicarse mediante una física muy sencilla. En cuanto al ciclo estacional, el hielo marino antártico se comporta como deberíamos esperar, y es el ciclo estacional del Ártico el que resulta más misterioso”, sostiene Roach.
Los investigadores estudian ahora por qué el hielo marino del Ártico no sigue este patrón y cada año crece ligeramente más rápido sobre el Océano Ártico de lo que se retira.
“Sabemos que el Océano Austral desempeña un papel importante en el clima de la Tierra. Ser capaces de explicar esta característica clave del hielo marino antártico que los libros de texto estándar han tenido mal, y mostrar que los modelos lo reproducen correctamente, es un paso hacia la comprensión de este sistema y la predicción de futuros cambios”, afirma Cecilia Bitz, de la UW.
EFE