Los botes de agua, filtraciones, hongos y excremento de animales son algunas de las evidencias más contundentes del abandono en que se encuentra la biblioteca central de la Universidad de Oriente- Núcleo Anzoátegui, ubicada en Barcelona.
Javier A. Guaipo // Corresponsalía lapatilla.com
Eso sin contar que el hampa arrasó con las dos unidades de aires acondicionados de 40 toneladas que había en el lugar, junto con buena parte del cableado eléctrico de la edificación, compuesta por tres pisos y un sótano.
Ignacio Díaz, secretario general del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la UDO (Sintraudo), lamentó que este sea el rostro que muestre la biblioteca, debido a la delincuencia y desidia del chavismo.
“Es triste ver cómo un espacio tan importante para los estudiantes y la comunidad en general se esté deteriorando de a poco. Peor aún es la situación de los libros, los cuales necesitan un ambiente climatizado para conservarse y no lo tienen“.
El sindicalista agregó que, en caso de un regreso a clases presenciales de manera normal, los bachilleres no podrían contar con esta área, ya que es imposible prestar el servicio con semejante escenario.
“Nadie debería ingresar a esas instalaciones, salvo que sea un especialista. Todo está cubierto por hongos y polvo viejo que podría atentar contra la salud de cualquiera“.
Asimismo, recordó que los equipos de computación también fueron sustraídos por los “amigos de lo ajeno”, mientras que en los baños destruyeron todo para llevarse las piezas de aluminio o cobre que se vende como chatarra.
Díaz hizo un llamado a los entes gubernamentales nacionales y estadales a que se aboquen a resolver esta problemática, pues se trata de la única biblioteca de envergadura que tiene la UDO en todos sus núcleos.
“Se debe hacer un trabajo grande que amerita el esfuerzo de todos. Hablando solo de los libros, hay que descontaminarlos uno por uno y para eso necesitamos el apoyo de las autoridades“, finalizó.
