Varios años de investigación, un plano realizado por un monje franciscano y la confirmación de un georradar han sido las herramientas claves para identificar el lugar exacto en el que se encuentra la primera tumba de Cristóbal Colón en la ciudad española de Valladolid.
El equipo encargado de las investigaciones presentó este jueves en el Museo Naval de Madrid los resultados, según los cuales la primera tumba del marinero se encontraría en una arteria comercial del centro de esa ciudad castellana, la calle Constitución.
De acuerdo a los trabajos realizados, dos terceras partes de la capilla donde fue enterrado estarían en la calle y el resto debajo de donde hoy está ubicado un banco.
“Faltaría hacer una prospección pero el georradar marca la zona, es una certeza bastante alta. No parece que haya otra posibilidad razonable”, explicó en comparecencia ante los medios el arquitecto Juan Luis Sanz, que ha liderado el proyecto junto al historiador Marcial Castro.
Encontrar el lugar exacto de la primera tumba de Colón era el objetivo de un estudio que tenía como fin ubicar ese punto en una capilla del antiguo convento hoy desaparecido de San Francisco.
La localización de los restos arquitectónicos de la capilla fue el paso final de la investigación en la que dos documentos y un georradar sirvieron para escudriñar e inferir cómo pudo ser la planta del convento: un plano de 1810, que fue copiado en 1835 “seguramente con el fin de vender el inmueble” y unas crónicas ‘in situ’ de un fraile que vivió en el convento.
Precisamente, son estas notas escritas por el monje franciscano Matías de Sobremonte las que han servido de guía para trazar las líneas en el mapa actual de la urbe de lo que fue el recinto religioso.
LOS DATOS GENÉTICOS DE COLÓN
La investigación surgió a raíz de otro rastreo llevado a cabo por Castro, que en 2005 identificó genéticamente los restos del descubridor.
Al abrir el sepulcro (que actualmente se encuentra en la catedral de Sevilla, en el sur de España) se encontraron también algunos elementos como hilos de oro, plata, carbón vegetal, plomo, ladrillo y mortero, y vieron interesante descubrir el lugar exacto de su primera tumba para ver si los restos guardaban alguna relación.
“Para sorpresa mía, no solamente hemos podido averiguar la zona sino que también hemos ubicado la capilla. No ha sido fácil pero ha sido muy bonito”, explicó Castro.
Colón murió en Valladolid en 1506, donde se encontraba con la corte del rey español Fernando el Católico. Fue enterrado en el convento de San Francisco de la ciudad, aunque posiblemente sin el conocimiento de los dueños de la capilla, indicó el historiador.
Los restos del descubridor viajarían años después a la Cartuja de Sevilla, de allí a República Dominicana y La Habana, para luego volver a Sevilla, donde se encuentran hoy en día.
Los investigadores han recreado el convento, ubicado muy cerca de la actual plaza Mayor de Valladolid.
ENTERRADO JUNTO A OTROS ILUSTRES
La hipótesis de la zona surgió en 2005 pero faltaban datos por confirmar. En 2020, el Ayuntamiento de Valladolid hizo una excavación con motivo de la búsqueda de los restos óseos de un antiguo príncipe rebelde irlandés (“Red” Hugh O’Donnell), y encontró un muro de una de las capillas del convento. Con ese dato el georradar confirmó el resto de muros.
La investigación también ha revelado que en la misma calle estarían ubicadas las capillas de otras personas ilustres del Renacimiento español: Fray Antonio de Guevara (1451-1602), obispo de Mondoñedo y escritor de enorme importancia en la época, y Hernando de Cabezón, organista del rey (1541-1602).
“Hacer una excavación en la zona es extraordinariamente caro. Parece que hay algo metálico en el centro de la capilla que nos llama mucha la atención. No me cabe la menor duda de que si en algún momento hacen una obra, aprovecharán para hacer una excavación”, dijo Castro.