Debido al fin de la cuaresma católica, millones de fieles a nivel mundial cumplen con la tradición de eliminar el consumo de carnes rojas durante la Semana Santa. Sin embargo, este período de abstención no pinta muy favorable para las familias venezolanas que desean cumplir con esta costumbre religiosa.
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Pese a que el régimen de Nicolás Maduro reguló los precios de este alimento a través del Ministerio de Pesca y Agricultura, en diversos estados del país se complica su consumo, pues la capacidad adquisitiva de los ciudadanos ha ido en picada durante los últimos años debido a las erróneas políticas económicas que ha implementado el chavismo.
El equipo de lapatilla.com hizo un trabajo investigativo sobre los precios de este rubro en el Puerto de La Guaira en el estado Vargas y Puerto Maya en el estado Aragua; y durante el recorrido se pudo constatar que los vendedores de pescados no están ofreciendo gran variedad de especies.
La poca existencia de pescados en el mercado venezolano repercute en el bolsillo de miles de trabajadores que dependen de la venta de esta proteína para subsistir en una economía dolarizada como la venezolana.
Esta situación ha golpeado fuertemente a los comerciantes que se han visto en aprietos, pues, a la poca venta se le debe sumar la escasez de combustible para la pesca y traslado de su mercancía, el aumento de impuestos y las “matracas” de los funcionarios del régimen.
Todos estos aspectos negativos dificultan que los vendedores puedan ofrecer a la población la diversidad de alimentos a la que estaban acostumbrados.
“Plan B”
Los ciudadanos que desean cumplir con el tradicional consumo de pescado durante estos días Santos tendrán que idear un nuevo plan para suplir las carnes rojas con alguna otra alternativa que se adapte a su bolsillo.
¿Venezuela se está arreglando? De acuerdo con las respuestas de nuestros consultados, no.