Cuando era niño escuchaba en casa las maldades que cometían los gomecistas contra sus enemigos: entonces no se hablaba de Pérez Jiménez… por miedo.
Sin embargo mi abuela materna, viuda de un leal jefe civil gomecista asesinado unos días después de la muerte del dictador JVG… solía decirme “eso es mentira”.
Habían pasado 20 años desde los hechos que mis familiares narraban… y a mí me parecía que hablaban de la prehistoria.
Recordando ese pasado… hoy se cumplen 20 años desde aquella marcha contra el presidente Chávez… la que terminó con más de una veintena de muertes… y muchas mentiras de quienes adornan sus participaciones… con mucha razón porque de esas mentiras todos han vivido.
Para esa época junto a Enrique Ochoa Antich habíamos organizado la primera protesta contra el gobierno que apenas comenzaba… por la escalada de muertes violentas. Fue una marcha “escuálida” pero pintoresca… como titulo El Universal.
Y salió de la Plaza Bolívar… no del este de Caracas.
Como Enrique siempre tramitaba las autorizaciones en cada protesta… y cómo la prensa nos daba cobertura… formábamos entonces de la directiva opositora. Y en esa condición me convocaron a Fedecamaras en la mañana del 11 de abril… sin agenda.
Allí me encontré con lo que entonces se llamaba “sociedad civil”… que éramos en realidad opositores independientes que habíamos mantenido la llama de protesta no solo en Caracas… sino en otras ciudades.
La reunión pretendía elegir los representantes de la sociedad civil ante posibles nuevos gobiernos… que nosotros veíamos lejanos.
Al conocerse la agenda algunas personas me pidieron candidatearme y acepté formar una terna que ganó por paliza a otra terna que pretendió imponer el Presidente de Fedecamaras.
Ganamos mi gran amiga Suzi Añez… Cipriano Heredia también amigo… y yo.
La terna perdedora la encabezaba Elías Santana y cuando el Presidente de la cúpula empresarial intentó anular la elección… los ánimos se encresparon… volaron las sillas… y el acto terminó con una invitación a unirnos a la marcha que a esa hora ya había salido del Parque del Este hacía la vieja sede de la Shell en la CCT.
Al llegar al sitio donde presuntamente llegaría la marcha, me encontré con Antonio Ledezma y Rafael Narváez a quienes impedían subir a la tarima al tiempo que el Presidente de la CTV ordenaba por micrófono que saliera la marcha hacia Miraflores.
¡Cuando logramos llegar a la tarima… no había nadie en ella y la multitud que era grande pero que han exagerado calcular en un millón de personas… cuando toda la avenida Bolívar… con 4 personas por metro cuadrado no llega a albergar cien mil asistentes… había salido hacia el centro!
Ledezma… Narváez y yo caminamos de últimos… pero se me ocurrió cortar camino usando el metro… lo cual no fue necesario porque un transporte del Hotel Tamanaco… nos dejó en Plaza Venezuela.
Ya para ese entonces la marcha se había disminuido a pesar de que las barricadas de las que habla Simonovics eran risibles y así a la 1. 05 pm llegamos en la cabeza a la Plaza de El Silencio.
Por el camino vimos algunos personajes como Julio Borges… Capriles… y el Presidente de PDVSA… llegando a la cabeza de la marcha en motos… tomándose fotos… y saliendo raudos quien sabe hacía donde.
Al llegar a El Silencio encontramos al jefe de la policía de Chacao y evaluamos la situación… concluyendo que era imposible pasar un cordón de la GN que cuidaba el puente de Paguita con cantidades de lacrimógenas y balines.
Esperábamos en vano por horas la llegada del sonido para hablarle a la gente. Y entonces por mi Cecilia supe que el gobernador Mendoza se había retirado cuando le pegaron una pedrada.
Ojo: la marcha cuyo permiso tramité sin resultados con Ramón Muchacho… que era Prefecto de Caracas.
A las 3 pm aproximadamente por la calle que da hacía al 23 de enero pasó una camioneta de la Disip… y los asistentes intentaron agredir a los policías.
Cuando entre Narváez y este servidor logramos apaciguar a la gente… el conductor pistola en mano me dijo que llevaban un cadáver de un compañero fotógrafo. Fue entonces cuando nos dimos cuenta que parte de la marcha la habían desviado a Llaguno… y que había habido muertos.
Al cerca del anochecer apareció en El Silencio un desvencijado camión con sonido pero Pilarica Iribarren y Pablo Medina que estaban a bordo… no querían pedirle a la gente que se marchara.
Cuando pudimos hablar Antonio Ledezma, Narváez y yo… quedaba poca gente y por fortuna nos hicieron caso… porque ya los chavistas venían a desquitarse.
De allí salimos hasta Fedecamaras donde encontramos una desbandada… con quema de papeles… y hablando de ·esconderse en conchas”.
Yo me fui a mi casa… agotado… y dormí hasta que de madrugada hubo aplausos cuando por TV anunciaron que Chávez había renunciado.
Lo que recuerdo fue la crónica de traiciones… desorden… y muchos aventureros cobrando recompensa con la sangre de otros.
Ese gobiernito de Carmona jamás se habría mantenido… por más mentiras que se cuenten a 20 años.
Lástima que mis nietos no leen prensa… para decirles “eso es mentira”.