El Gobierno de Estados Unidos acusó este martes a Rusia de cometer “atrocidades generalizadas” en las últimas semanas en Ucrania, donde Moscú inició una invasión el pasado 24 de febrero.
El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, hizo esta denuncia en una rueda de prensa, en la que explicó que esos abusos están saliendo a la luz a medida que las tropas rusas se han retirado de ciudades que habían ocupado o sitiado.
El titular de Exteriores citó el testimonio de mujeres y niñas que han sido violadas, así como infraestructuras civiles bombardeadas, como un teatro y una estación de tren.
Sin embargo, Blinken dijo que su Gobierno no está en posición de confirmar un supuesto ataque químico contra la ciudad portuaria de Mariúpol, aunque reveló parte de la información que EE.UU. posee y que ha compartido con sus aliados, incluida Ucrania.
“Tenemos información creíble de que las fuerzas rusas pueden usar una variedad de gases contra multitudes, incluyendo gases lacrimógenos mezclados con agentes químicos que pueden causar síntomas más fuertes para debilitar e incapacitar a los combatientes ucranianos y civiles como parte de su agresiva campaña para tomar Mariúpol”, aseveró.
Blinken compareció ante la prensa para ofrecer detalles sobre el informe anual de derechos humanos del Departamento de Estado, donde se acusa a Rusia de perpetrar abusos en Ucrania.
En ese documento, relativo a 2021, el Departamento de Estado asegura que Rusia cometió violaciones de derechos en la región separatista ucraniana del Donbás y en la península de Crimea, que arrebató a Kiev en 2014.
En concreto, la cartera de Exteriores de EE.UU. acusó en el informe a las fuerzas apoyadas por Moscú de haber perpetrado en 2021 actos violentos “generalizados” contra la población civil del Donbás, donde el Kremlin lleva desde 2014 apoyando a milicias prorrusas.
Las fuerzas prorrusas también llevaron a cabo en el Donbás, según Washington, desapariciones forzosas, secuestros y torturas.
En la península de Crimea, las autoridades fieles a Moscú cometieron supuestamente ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas, torturas e incurrieron en tratos crueles e inhumanos, incluyendo el internamiento en centros psiquiátricos como castigo, denuncia el informe.
El Departamento de Estado indica que las autoridades prorrusas en Crimea llegaron incluso a transferir presos a Rusia, encarcelaron a opositores políticos, limitaron la independencia judicial, e impusieron restricciones a la prensa libre y a la libertad de asociación.
Rusia se anexionó en 2014 la península de Crimea y comenzó a apoyar a milicias prorrusas en el Donbás.
El pasado 24 de febrero, el Kremlin ordenó la invasión de Ucrania con la excusa de ayudar a la población del Donbás y, desde entonces, la guerra ha dejado miles de muertos, más de cuatro millones de refugiados y unos siete millones de desplazados internos, de acuerdo con Naciones Unidas.
El informe publicado este martes por el Departamento de Estado sirve de guía al Congreso de EE.UU. a la hora de determinar la ayuda exterior que se concede a cada país.
EFE.