El exiliado cubano Basilio Guzmán Marrero, luchador contra los regímenes de Fulgencio Batista y Fidel Castro y preso político durante 22 años, murió en Estados Unidos a los 84 años de una larga enfermedad, informó este jueves el Centro para una Cuba Libre.
Era uno de los llamados Plantados, los presos políticos que se negaron a participar en cualquier plan de reeducación o a cooperar de alguna manera con el régimen castrista.
A pesar de estar enfermo, hasta sus últimos años estuvo involucrado en la lucha por la recuperación de la democracia y la libertad en su país, según el Centro para una Cuba Libre.
Tanto en julio como en noviembre de 2021, Guzmán Marrero participó en piquetes ante la Embajada de Cuba en Washington DC. en apoyo de las protestas en la isla.
Según el Centro por una Cuba Libre, Guzmán Marrero, que nació el 15 de abril de 1937 en el seno de una familia humilde del interior de la provincia de La Habana, se unió a la resistencia contra Fulgencio Batista tras el golpe de estado de 1952.
Poco después de la victoria revolucionaria en 1959 se unió a otros cubanos que, habiendo luchado por la restauración de la democracia y la Constitución de 1940, se sintieron “traicionados” por el modelo soviético impuesto en Cuba por Fidel Castro, agrega la organización de defensa de los derechos humanos en Cuba.
Por eso se unió al Frente Nacional Democrático, pero en 1962 fue identificado como anticastrista y encarcelado.
Guzmán Marrero, que era carpintero, pasó 22 años de prisión en Cuba y fue reconocido por Amnistía Internacional como preso de conciencia.
En 2020 publicó el libro autobiográfico “Después de la noche: Mis 22 años en el Presidio Político de Cuba”.
En 1984 fue excarcelado junto a otros 25 presos políticos gracias a las gestiones del reverendo estadounidense Jesse Jackson y llegó a EE.UU., donde se casó con una voluntaria de Amnistía Internacional, tuvo una hija, volvió a la carpintería y armó un negocio exitoso en el norte de Virginia.
EFE