La visita de los Siete Templos, que se realiza cada viernes Santo en la Semana Mayor, es una de las actividades más emblemáticas de estos días de regocijo religioso, debido a su significado.
lapatilla.com | Katerín García
Este día, representa un momento de meditación, reflexión y plegaria ante el Santísimo Sacramento, rememorando el recorrido que hizo Cristo, la noche en que fue aprehendido; dos veces con Anás, dos con Caifás, dos con Pilatos y una con Herodes.
Sin embargo, este recorrido, no tiene una guía específica en Venezuela, pues al menos entre Caracas y el estado Miranda, existen más de 40 iglesias o templos católicos, en los que arman el monumento desde el jueves santo en horas de la noche, para que durante el viernes pueda ser observado por los creyentes y no creyentes que continúan con la tradición anualmente.
Esta costumbre data de tiempos coloniales y es una de las tradiciones que se repiten en cada país donde la fe católica hace vida, sobre todo en Latinoamérica; pero hay que aclarar, que no solo visitar la iglesia, en cualquier momento de la Semana Mayor.
La ida a cada templo o casa (como también se le llama), tiene su significado, siendo la primera iglesia, el trayecto de Jesús desde el Cenáculo, donde celebró la “Última Cena” hasta el huerto de Getsemaní;
La segunda parada, se convierte en un espacio de meditación, pues representa el trayecto de Jesús a la casa de Anás, donde fue interrogado y recibió una bofetada.
El tercer paso es para hacer alusión al recorrido de Jesús hasta la casa de Caifás; lugar donde recibió escupitajos e insultos.
Luego, en el cuarto templo, se reflexiona, ya que fue ante Poncio Pilatos, que Jesús fue acusado por los judíos con falsos testimonios. Mientras el quinto templo, es de acompañamiento, por el paso de Cristo ante el Rey Herodes.
La sexta visita da representación a una segunda comparecencia ante el gobernador romano de la región, Pilatos, donde Jesús fue coronado con espinas y condenado a muerte.
Para culminar en un séptimo monumento, se recuerda el recorrido de Cristo desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, con la cruz en su espalda.
Con esto, cada visitante demuestra su fe y hace el acompañamiento a Jesús de Nazaret antes de su resurrección.