En el ámbito personal y en el profesional, la mayoría espera que las personas con las que tratan sean honestas y no distorsionen ni oculten información. Aun así, es importante que tengan una idea de las situaciones en las que sus interlocutores pueden estar mintiendo, de manera que puedan sacarle el mayor partido a una situación desagradable. Para ello, se han desarrollado numerosos estudios dedicados a las señales gestuales y de actitud que demuestran las personas en instancias en las cuales mienten.
Por La Información
La primera recomendación se apoya en el hecho de que, independientemente de todas las señales que memoricemos, todas las personas son distintas en cuanto a su lenguaje gestual. Por eso, vale la pena fijarse en cómo se expresa el individuo que queremos analizar cuando estamos seguros de que no miente, de manera que nuestras observaciones se vuelvan el punto de comparación para cuando pensemos que nos miente. La manera más sencilla de hacer esto es prestar atención a cómo hablan de temas neutrales, es decir, que no les dan motivos para ser deshonestos.
Una vez que se haya establecido esta base y nos interese detectar mentiras como en las series policiacas, es importante tener en cuenta que no se trata de un método tan sencillo ni directo, ya que todas las personas reaccionan de manera diferente en situaciones de presión. Sin embargo, vale la pena revisar los gestos más comunes que podrían delatar la intención de mentir:
Posibles señales
Microexpresiones faciales de miedo (boca abierta, cejas levantadas, arrugas en la frente)
Tono de pregunta en una oración afirmativa
Labios fruncidos
Distanciamiento físico
Repetir frases
Mantener el contacto visual de manera exagerada
Rigidez corporal
Tocarse el codo, el cuello, el pecho u otra parte vulnerable del cuerpo
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