Ramzan Kadyrov, jefe de la república rusa de Chechenia, un importante aliado del presidente Vladimir Putin, lo ha dicho alto y claro: las fuerzas rusas tomarán el último bastión de la resistencia en la ciudad sitiada de Mariupol este jueves, después de que Ucrania propusiera conversaciones sobre la evacuación de tropas y civiles allí.
Por Reuters
Mariupol sería la ciudad más grande tomada por Rusia desde que invadió Ucrania hace ocho semanas tras en una invasión que tomó más tiempo de lo que esperaban algunos analistas militares, y que ha dejado por el momento a más de cinco millones huyendo de sus casas a otros países.
“Antes de la hora del almuerzo, o después del almuerzo, Azovstal estará completamente bajo el control de las fuerzas de la Federación Rusa”, dijo sobre la planta de acero Ramzan Kadyrov, cuyas fuerzas han estado luchando en Ucrania. La ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste del país, ha soportado los combates más feroces de la guerra mientras las fuerzas rusas intentan tomar el control total. Su captura sería un gran premio estratégico y uniría el territorio en poder de los separatistas prorrusos en el este con la región de Crimea que Moscú anexó en 2014.
Unas pocas decenas de civiles lograron salir de la ciudad el miércoles en un pequeño convoy de autobuses, según testigos de Reuters. Un comandante de la marina ucraniana, Serhiy Volny, dijo que es posible que los combatientes en la acería no puedan resistir mucho más. El presidente Volodymyr Zelenski ha dicho que unos 1.000 civiles se refugian allí.
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