La gran mayoría de los usuarios utilizan WhatsApp de forma diaria y están acostumbrados a realizar unas prácticas que, en apariencia, son de lo más normal, pero que realmente son ilegales y podríamos estar cometiendo un delito, así lo reseñó 20 BITS.
El profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y experto en protección de datos, Eduard Blasi, ha detectado algunos de estos comportamientos que ejecutamos en la aplicación, pero que forman parte de un delito o infracción si ser conscientes de lo que realmente están haciendo.
Un ejemplo de esto son las capturas de pantalla, que prácticamente todo el mundo ha hecho alguna vez. Pues bien, si haces un pantallazo de una conversación privada para compartirla con otro contacto deberás tener cuidado porque estaríamos cometiendo una infracción por protección de datos.
Además, si en esa captura podemos localizar a la persona ya sea por su fotografía, nombre de contacto o número de teléfono, la víctima vería vulnerada su derecho a la intimidad. Aquí entraría en juego el propio contexto de la conversación si se diera el caso de que el contenido sea íntimo o personal.
Al igual que las capturas, el hecho de compartir fotografías, vídeos o audios privados también formaría parte de un delito porque, con este envío, estaríamos ante una situación de revelación y descubrimiento de secretos. Si la víctima se viese en una situación complicada estará en su derecho de interponer una denuncia por vulnerar el derecho al honor.
En alguna ocasión, la Agencia Española de Protección de Datos ha impuesto sanciones económicas a particulares por haber difundido contenido audiovisual sin consentimiento o en los casos más graves, por compartir fotografías íntimas de otras personas.
Algo tan aparentemente normal como agregar a una persona a un grupo de WhatsApp de carácter profesional sin su permiso, también se considera delito porque se estarían revelando datos personales como el número o el nombre sin su previo consentimiento.
Un ejemplo de esto lo detectó La Agencia Española de Protección de Datos con una sanción a un club deportivo que en uno de los grupos se agregó a una exsocia sin que ella hubiese dado su consentimiento de estar allí.
Por último, si vamos a crear un grupo corporativo con miembros que no se conocen entre sí, deberemos tener cuidado, ya que cuando añadimos a estos contactos hay muchos datos que quedan expuestos y con ello se está vulnerando la confidencialidad de las personas.
Para evitar este tipo de situaciones, los expertos recomiendan borrar los mensajes que nos lleguen de usuarios no reconocidos, salir de los grupos que ya no usemos y eliminarlos, revisar aquellas noticias que se hayan reenviado múltiples veces e ignorar los mensajes que avisen de que un servicio dejará de estar activo en caso de no hacer una nueva suscripción.