La economía estadounidense se desaceleró bruscamente y por sorpresa en el primer trimestre de 2022, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Análisis Económico.
El producto interno bruto (PIB) disminuyó a un ritmo anual del 1.4% entre enero y marzo de 2022. Si se compara con el último trimestre de 2021, que registró un crecimiento del 6.9%, se trata de una fuerte desaceleración, y las peores cifras desde la recesión provocada por la pandemia de coronavirus en el segundo trimestre de 2020.
En este primer trimestre del año se registró un aumento de los casos de COVID-19 provocado por la variante ómicron, y una disminución de los pagos de ayuda por la pandemia.
Sin embargo, los consumidores y las empresas siguieron gastando a buen ritmo, y ese gasto constante sugirió que la economía podría seguir expandiéndose este año, a pesar de que la Reserva Federal planea subir los tipos de forma agresiva para luchar contra el aumento de la inflación.
El crecimiento del primer trimestre se vio sin embargo frenado principalmente por la ralentización de la reposición de bienes en tiendas y almacenes, y por la fuerte caída de las exportaciones.
Para el conjunto de 2021, la economía creció un 5.7%, la mayor expansión en un año natural desde 1984.
Con estos nuevos datos, crece el temor a una posible recesión. La inflación está presionando a los hogares a medida que los precios del gas y de los alimentos se disparan, los costes de los préstamos aumentan, y la economía mundial se ve sacudida por la invasión rusa de Ucrania y los cierres provocados por el aumento de casos de coronavirus en China.