Un informe de alto secreto entregado al presidente Joe Biden explica que el máximo general de Vladimir Putin, el jefe del Estado Mayor ruso Valéri Guerásimov, estuvo en el sureste de Ucrania la semana pasada para alentar a las fuerzas rusas a completar sus operaciones en Donbass, allanando el camino para una conclusión más rápida de la guerra, según informa ‘Newsweek’.
Por abc.es
Fue allí donde podría haber sido herido tras un demoledor ataque de la artillería ucraniana efectuado el sábado contra Izium, localidad ucraniana situada al sureste de Járkov y ocupada actualmente por las tropas rusas. La información del ataque fue compartida por Antón Gueráshenko, asesor del Ministerio del Interior ucraniano.
El informe secreto de Estados Unidos ofrece información de la inteligencia sobre el estado de Putin después de más de dos meses de guerra, especulando no solo sobre la frustración del presidente ruso con el ritmo y el estado del progreso sobre el terreno, sino también sobre la creciente preocupación por las armas occidentales y una mayor participación de ellas que puede traer consigo una derrota rusa.
Según dos altos oficiales militares que revisaron el informe (pidieron el anonimato para hablar sobre cuestiones operativas), también especula sobre el potencial de una escalada nuclear rusa.
Una de las fuentes advierte que, desde el punto de vista de Putin, la profunda insatisfacción con la situación en Ucrania y el temor de que Occidente cambie el rumbo podría provocar una exhibición nuclear de algún tipo, con la intención de conmocionar a Occidente y poner fin a la guerra. El suministro de armas occidentales también cambia las reglas de juego, reabasteciendo a Ucrania mientras que Rusia está cada vez más restringida. «La escalada es ahora un verdadero peligro», dice el alto funcionario estadounidense.
«Si alguien decide intervenir en los eventos en curso desde el exterior y crear amenazas estratégicas inaceptables para nosotros, debe saber que nuestra respuesta a esos golpes que se avecinan será rápida, veloz como un rayo», dijo la semana pasada Putin a legisladores rusos en San Petersburgo. «Tenemos todas las herramientas para esto, de las que nadie puede presumir. Y no nos jactaremos. Las usaremos si es necesario. Y quiero que todos lo sepan. Ya hemos tomado todas las decisiones al respecto».
Uno de los altos funcionarios de la inteligencia de EE.UU. que habló con ‘Newsweek’ especula que el propósito del viaje del general Valéri Guerásimov a Ucrania era doble: verificar y obtener una visión sincera del progreso de la guerra, y transmitir información confidencial a los generales rusos allí sobre lo que podría deparar el futuro, en caso de que la posición rusa en el sur de Ucrania se vuelva aún más grave. Es decir, comunicar las decisiones de las que el presidente ruso hablaba.
Expertos apuntan a que una exhibición nuclear rusa podría venir en forma de una ojiva explotando sobre el Ártico o un océano remoto en algún lugar, o incluso en una prueba nuclear en vivo (algo que Rusia no ha hecho desde 1990). Esto demostraría la voluntad de Putin de escalar aún más, pero estaría un paso por debajo de la declaración de una guerra a gran escala.
La subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, dijo la semana pasada a un medio de comunicación ucraniano que Estados Unidos y la OTAN se estaban preparando para el posible uso de armas nucleares rusas. «Desafortunadamente, desde el comienzo de este conflicto, nos hemos dado cuenta de que las amenazas [nucleares] planteadas por Putin deben tomarse en serio. Por lo tanto, Estados Unidos y nuestros aliados se están preparando para este desarrollo».