El Chelsea confirmó este sábado que ha alcanzado un acuerdo sobre los términos de la compraventa del club al grupo encabezado por el estadounidense Todd Boehly, copropietario del equipo de beisbol Los Angeles Dodgers y accionista de Los Angeles Lakers.
La operación, que está valorada en unos 4.250 millones de libras (4.970 millones de euros), tiene lugar después de que el anterior dueño del Chelsea, el ruso Roman Abramovich, pusiese en venta el club justo antes de ser sancionado por sus vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Según un comunicado del Chelsea, el consorcio encabezado por Boehly, del que también forma parte la compañía de inversión Clearlake Capital, pagará 2.500 millones de libras (2.900 millones de euros) por las acciones del Chelsea.
Esa cantidad será ingresada en una cuenta británica congelada para ser donada integralmente a causas humanitarias, como anunció Abramovich al informar que se desprendía del club.
Se necesitará una autorización previa del Gobierno británico para transferir los fondos a sus destinatarios finales.
También forman parte del paquete financiero de la operación otros 1.750 millones de libras (2.040 millones de euros) que los nuevos dueños se comprometen a invertir en el club.
Esos fondos se dirigirán a trabajos en el estadio de Stamford Bridge (uno de los más vetustos de la Premier League), la academia del club, el equipo femenino o su fundación.
El Chelsea agrega que se espera que la operación se complete a finales de mayo, cuando se hayan recibido todas las autorizaciones pertinentes por el Gobierno británico y la Premier League.
Junto a Boehly y Clearlake también forman parte del grupo comprador otros como el millonario estadounidense Mark Walter, asimismo copropietario de los Dodgers, o el magnate suizo Hansjörg Wyss.
Desde que el Chelsea fue puesto en venta opera con una licencia especial, que le obliga a grandes restricciones, que expira el próximo 31 de mayo.
A priori, no es de esperar que la Premier League ni el Ejecutivo vayan a poner obstáculos para completar una operación que devolverá la normalidad al equipo del oeste de Londres después de unos meses de extrema agitación.
Según la BBC, los futuros dueños podrían haber ofrecido garantías de que permanecerán al frente del club durante una década, para contrarrestar las dudas que suscitaba la presencia de una empresa de capital riesgo como Clearlake en el consorcio.
Otro posible compromiso de la oferta ganadora sería el de no repartirse dividendos durante un período.
Con el anuncio del Chelsea se pone fin a una carrera por la propiedad del Chelsea en el que de una forma u otra han estado relacionadas varias de las mayores fortunas del Reino Unido y Estados Unidos.
In extremis aterrizó una oferta exorbitante por el Chelsea, a cargo de hombre más rico del Reino Unido, Jim Ratcliffe, consejero delegado de Ineos, pero que fue rechazada automáticamente por llegar fuera de plazo.
La operación además se enredó a última hora por los temores a que Abramovich reclamase a los nuevos dueños la devolución de los préstamos por 1.500 millones de libras (1.800 millones de euros) al Chelsea en los últimos años, pero el propio oligarca ruso desmintió este jueves que vaya a hacerlo.
EFE