Quicksink, así es la nueva arma de Estados Unidos que cambiará las guerras navales

Quicksink, así es la nueva arma de Estados Unidos que cambiará las guerras navales

Captura del vídeo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que muestra la bomba Quicksink

 

Estados Unidos es una potencia internacional en cuanto a desarrollo de armas. Así lo han demostrado con el lanzamiento de una última bomba desarrollada por las Fuerzas Aéreas del país norteamericano que podría cambiar definitivamente la manera en la que se batallan las guerras navales.

Por abc.es





Casi tan efectiva como un torpedo, la llamada bomba Quinksink, es capaz de destruir un carguero entero en apenas unos segundos. Lo han verificado a través de una prueba videograbada que ellos mismos han compartido, en el que muestran como este artefacto parte por la mitad un barco de grandes dimensiones.

El laboratorio de investigación de las Fuerzas Aéreas estadounidenses (AFRL) probó esta nueva herramienta armamentística que se lanza desde un avión y que cuenta con diversos sistemas de guiado.

Lo hizo en el Golfo de Eglin con una versión de 900 kilos del Joint Direct Attack Munition GBU-31 (JDAM), una bomba con diversos sistemas de guiado en remoto.

Con el desarrollo de esta nueva arma, una bomba guiada experimentalmente, el ejército estadounidense pretende crear un nuevo modelo de armamento antibarcos de bajo coste que permita destruir una embarcación en apenas segundos con la fuerza similar a una mucho más potente y cara.

¿Cómo funciona la bomba Quicksink?

Este arma, desarrollada por el Gobierno de Estados Unidos, podría convertirse en una revolución absoluta en cuanto a armamento militar en guerras navales gracias a su especial funcionamiento que fijar el objetivo incluso a distancia.

Esta bomba cuenta con un sistema de navegación basado en GPS en la cola, mientras que en la parte delantera presenta un Buscador de Arquitectura de Sistemas Abiertos de Armas (WOSA) que permite localizar con precisión objetivos marítimos. Lo hace a través de radiofrecuencia, algo que permite que el arma encuentre su objetivo, aunque se encuentre en movimiento.

La intención del programa Quicksink es mejorar los recursos del ejército estadounidense para neutralizar objetivos navales, especialmente en cuanto eficacia en comparación con otras armas guiadas. De hecho, según apuntan, esta bomba tiene una eficacia similar a la de los torpedos pesados como el Mk 48, capaz de hundir barcos enemigos.

El director del programa, Kirk Herzog, ha admitido que Quicksink puede «proporcionar nuevas capacidades a los sistemas de armas existentes y futuros del Departamento de Defensa, dando a los mandos de combate y a nuestros líderes nacionales nuevas formas de defenderse contra las amenazas marítimas».

Desde medios especializados como ‘The War Zone’, apuntan que este tipo de bomba, sin embargo, solo tiene un alcance de 25 kilómetros, algo que reduce considerablemente su uso en situaciones de guerra. Eso sí, también apuntan que a los JDAM se les pueden añadir una serie de particularidades para ampliar el rango de alcance, convirtiéndolas en armas muy versátiles y mucho más baratas que los torpedos utilizados habitualmente.