El fiscal paraguayo Marcelo Pecci se encontraba de luna de miel en Colombia cuando recibió dos disparos por sicarios que llegaron en motos acuáticas hasta la playa donde se encontraba con su esposa. Ahora, las autoridades que investigan el caso están analizando cámaras de seguridad para poder identificar a los asesinos y podrían estar cerca de conocer sus caras gracias a un vídeo en el que dos hombres alquilan unas motos de agua.
Por abc.es
El vídeo muestra el momento en el que dos sospechosos, presuntos autores del crimen, alquilan una moto acuática en un establecimiento comercial. Uno de ellos lleva un sombrero y va vestido de negro y con gafas oscuras, mientras que el otro usa un chaleco salvavidas, camiseta blanca y pantalones cortos.
Según Infobae, los dos hombres alquilaron las motos de agua por 30 minutos y por un valor de 200.000 pesos colombianos, aunque «solo la usaron 16 minutos, regresaron al lugar, la entregaron y se cambiaron de ropa».
En las imágenes se ve cómo los sospechosos reciben las llaves de las motos acuáticas y salen del lugar acompañados de un trabajador de la empresa de alquiler.
Según la Policía colombiana uno de los sospechosos tenía acento caribeño, aunque posiblemente no era colombiano, y mide 1.74 metros aproximadamente.
La labor investigativa adelantada por el Gobierno colombiano, con apoyo de investigadores paraguayos y agentes de la DEA, tendría dos posibles ejes: el primero y más nombrado, las acciones del fiscal Pecci en el sonado caso ‘A Ultranza Py’, que en marzo pasado dio un duro golpe al clan de los hermanos Insafrán, uno de los grupos más poderosos en Paraguay, cuyo líder es Miguel Ángel Insafrán o Tico o Tío rico, hoy en la cárcel junto con su hermano José, quien visitó Colombia en varias oportunidades bajo el manto de ser un pastor cristiano, pero al parecer para establecer vínculos ‘non sanctus’.
El fiscal Pecci llevaba otros sonados casos en su despacho, todos ellos relacionados con narcotráfico y redes del crimen trasnacional. De allí surge otra de las líneas de investigación que dio a conocer el diario colombiano ‘El Tiempo’, según la cual los autores intelectuales del crimen serían miembros de una red terrorista Hizbolá, como se lo confirmó el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.