Los residentes de la ciudad portuaria ucraniana de Mariúpol, tomada ayer por completo por las tropas rusas tras la salida de los últimos defensores del Regimiento Azov de la acería Azovstal, están siendo deportados a Rusia sin que les ofrezcan otra alternativa, denunciaron las autoridades locales.
“Mariúpol. Por primera vez podemos ver cómo se lleva a cabo la deportación”, escribe Petró Andryushchenko, asesor del alcalde, en Telegram, en un mensaje recogido por las agencias Ukrinform y Unian y acompañado de un vídeo que muestra una aglomeración de personas y un autobús.
“Llegan los autobuses y se anuncia la evacuación”, explica el asesor y agrega que “sólo después de subir se le dice a la gente que el autobús se dirige al pueblo de Bezimenne, distrito de Novoazovsk, y luego a Rusia”.
“Los militares rusos y los ‘voluntarios oficiales’ impiden cualquier intento de abandonar un asiento y rechazar la evacuación. Siglo XXI. En el corazón de Europa. Deportación de civiles. El surrealismo se ha hecho realidad en Mariúpol”, lamenta.
El asesor informó ayer de que 416 residentes de Mariúpol habían sido llevados a un campo de filtración en el pueblo de Bezimenne en un día, incluidos 46 niños.
Además, 512 personas fueron deportadas a Rusia tras los procedimientos de filtración.
Por otra parte, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó en un comunicado en Facebook que recoge Unian de que los rusos están tomando medidas “par restablecer el funcionamiento del puerto” de Mariúpol, para lo cual “está llevando a cabo el desminado de la infraestructura portuaria”.
EFE