Desbloquear nuestros talentos no es una habilidad que se adquiere de un día para otro, primero hay que comenzar a escuchar lo dice nuestro yo interno y luego a accionar desde la determinación. Tania Victoria Marín encontró el punto exacto para autodescubrirse, sorprendida de sí misma, no puede creer en todo lo que ha evolucionado.
No siempre se trató de lucir hermosa y fantástica en las pasarelas, esta glamurosa mujer vivió el trago amargo de perder a su padre. Sin embargo, su audacia e inteligencia la hicieron sobresalir en cada decisión que tomaba, elevándola hacia una industria desconocida pero muy gratificante.
Belleza venezolana
Dicen que la mujer venezolana se identifica en cualquier parte del mundo por su inconfundible tumbao, una característica predominante de la bellísima Tania Victoria Marín. Aunque desde muy joven contaba con la estatura y el cuerpo ideal para incursionar en el modelaje, Tania prefirió dejar eso a un lado para estudiar y convertirse en ingeniera industrial.
Tal y como lo fue su padre, un hombre ejemplar que la inspiró desde que tiene memoria. Su vida no fue sencilla desde que falleció su progenitor, con mucho ímpetu logro sacar a su familia adelanté asumiendo uno de los retos más complicados de su existencia. Aunque esos días no fueron fáciles para Tania, ella misma le hizo honor a su nombre tras salir victoriosa, demostrándose a sí misma y a su familia que es una mujer de temple.
Unan faceta distinta
Oriunda del estado Zulia, Venezuela, Tania ejerció su profesión en una ensambladora de vehículos en Estados Unidos, lugar donde conoció a su esposo, Gerardo Parra, quien para entonces se destacaba como una promesa de beisbol. Esta valiente mujer venezolana, dejo su trabajo a un lado para dedicarse tiempo completo a brindar apoyo a su esposo en su carrera deportiva.
Una vez que se mudaron a Estados Unidos, Tania Victoria, asumió el rol de esposa y decide acompañar a su cónyuge a distintas ciudades, demostrándole su amor y apoyo incondicional. Todo parecía estar “bajo control” para la época, nunca cruzo por su mente la posibilidad de transformar su vida a raíz del modelaje.
Al tiempo, la top model se convirtió en madre, una labor excepcional que le dio una perspectiva diferente de su vida. Como mujer migrante, esposa y ahora madre ya Tanía creía tener una óptica más clara de lo que sería su futuro.
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El salto a las pasarelas
Su estilizada estatura y rasgos exóticos ya le asomaban el futuro de esta increíble dama, sin embargo, no descubrió sus habilidades, hasta que decide ir a un desfile de moda con una amiga, por cosas de la vida uno de los diseñadores que participaron en el evento le pide que desfile sus diseños en próximas oportunidades.
Sin darse cuenta, ya Tania esta pisaba fuerte en pasarelas internacionales, demostrándole al mundo su actitud inquebrantable. Hasta la fecha, esta joven madre y modelo se siente feliz de ganarse la vida en lo que le apasiona, siempre se sintió a traída por la industria de la belleza, pero nunca tuvo un acercamiento real, sino hasta ahora.
Mujer polifacética
Si existe algo que no sabe hacer Tania Victoria Marín, es quedarse quieta, después de desfilar en pasarelas del New York Fashion Week, Miami Fashion Week, Miami Swin Week, Arab Fashion Week, Dubai Fashion Week.
Este ejemplo de mujer también incursionó en el competitivo mundo de los negocios. A través de la cuenta @taniavictoriamarin puedes buscarla en Instagram, en la actualidad es inversionista en la Bolsa de Valores, modelo e influencer, sin contar su papel como mamá y esposa.
Con humildad y mucho optimismo, esta inteligente venezolana se disfruta su proceso de crecimiento, eso sí, siempre firme, dispuesta a dar lo mejor de sí ante cada reto.