La británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, que estuvo seis años encarcelada en Teherán, denunció este lunes que las autoridades iraníes le obligaron a firmar una confesión falsa antes de que se le permitiera salir del país.
En unas declaraciones a la cadena BBC, Zaghari-Ratcliffe dijo que un funcionario británico estaba con ella cuando se vio forzada a firmar la declaración “bajo coacción” antes de que las autoridades de Teherán le dejaran abordar el avión que la llevó al Reino Unido.
La británica-iraní, liberada el pasado marzo después de pasar seis años retenida en Irán por supuesto espionaje, que tanto ella como el Reino Unido han negado, cree que su país de origen puede utilizar esa confesión en su contra en el futuro.
Según el relato de sus últimas horas en Irán, Zaghari-Ratcliffe señaló que no pudo despedirse de sus padres y que la Guardia Revolucionaria de Irán la obligó firmar “una confesión falsa en el aeropuerto en presencia del Gobierno británico” y que no se le permitiría abordar el avión sin esa firma.
La mujer, madre de una niña de 7 años, Gabriella, agregó que los funcionarios filmaron la confesión y que ha decidido contar este incidente para que la gente esté al tanto de lo ocurrido.
Según ella, esto forma parte de la “propaganda” que utiliza el régimen iraní a fin de demostrar “cuán aterrador es” y que “pueden hacer lo que quieren”.
Zaghari-Ratcliffe fue arrestada en Irán en 2016 bajo cargos de espionaje cuando iba a dejar su país después de visitar a sus padres para que vieran a su hija.
Tras un proceso legal en Irán, la mujer fue condenada a cinco años de cárcel por conspirar para derrocar el Gobierno iraní y, después, condenada a otro año de prisión por apoyar propaganda en contra del régimen de Teherán.
Su liberación se produjo el pasado marzo después de que el Reino Unido pagase a Irán una deuda de 400 millones de libras (468 millones de euros), si bien ambos gobiernos rechazaron que este asunto tuviera relación con el caso de Zaghari-Ratcliffe.
La mujer fue liberada tras una intensa campaña promovida por su marido, el británico Richard Ratcliffe.
EFE