Rusia aseguró hoy que el puerto de Mariúpol, ciudad controlada por las tropas rusas en el sureste de Ucrania, vuelve a operar “con normalidad” tras el desminado de la terminal y de las zonas costeras adyacentes, indicó el Ministerio de Defensa.
“En la ciudad de Mariúpol de la República Popular de Donetsk, liberada de los militantes ucranianos, se completó el desminado y la desmilitarización del puerto marítimo, que comenzó a operar con normalidad”, señaló el portavoz castrense, general mayor Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.
Según medios rusos, en Mariúpol, a orillas del mar interior de Azov, fueron neutralizados más de 12.000 artefactos explosivos.
Rusia anunció el 21 de abril la toma parcial de Mariúpol tras semanas de brutal asedio y el 20 de mayo la caída completa de la ciudad tras la rendición de más de 2.400 defensores ucranianos que permanecían en la acería de Azovstal.
Este anuncio se produce después de que el jefe del Centro ruso de Control de la Defensa Nacional de Rusia, general Mijaíl Mizíntsev, afirmara la víspera que se están tomando medidas para restaurar la infraestructura portuaria de Mariúpol.
Además anunció la apertura de un corredor humanitario este miércoles desde ese puerto, a partir de las 05.00 GMT, para “la salida segura de barcos extranjeros” en dirección del mar Negro.
“La Federación Rusa está tomando medidas integrales para garantizar la seguridad de la navegación civil en las aguas de los mares Negro y Azov”, indicó.
Reiteró además que, todos los días desde las 05.00 GMT hasta las 16.00 GMT se abre un corredor humanitario en dirección suroeste desde el mar territorial de Ucrania para que puedan salir los 70 barcos de 16 países que están bloqueados en seis puertos (Jersón, Mykoláiv, Chernomorsk, Ochakov, Odesa y Yuzhne).
El anuncio de Defensa de la reapertura del puerto de Mariúpol se produce también después de que Rusia declarara hoy su disposición a negociar un corredor humanitario para permitir el transporte de cereal ucraniano y aliviar el bloqueo de los puertos de Ucrania.
EFE