Fue uno de los estados con mayor producción petrolera del país, pero la desidia, la corrupción, la falta de mantenimiento, los altos costos de producción, el abandono de pozos y las sanciones petroleras, han hecho que Monagas produzca en la actualidad menos de 90 mil barriles diarios. Esta cifra representa casi la mitad de lo que se producía en 2015 cuando era de 170.000 barriles por día.
Por: Jefferson Civira /Corresponsalía lapatilla
El director laboral del Frente de Trabajadores Petroleros “Rompiendo Cadenas”, Luis Hernández, recordó que la producción de crudo en Monagas con la llegada del chavismo al poder ha disminuido de forma constante, y a pesar de que en los últimos meses el régimen de Nicolás Maduro ha asegurado que ya supera el millón de barriles diarios, aún no llega a los 1,5 millones como se había planteado.
Hernández rememoró la situación económica de Monagas. Hace más de 20 años era una entidad “floreciente”, como también lo fueron otras regiones del país. “La producción petrolera, el comercio y las inversiones, fluían con mayor velocidad que ahora, pues en los actuales momentos, nada funciona y por ello la economía en el estado está estancada. Teníamos unas comunicaciones de calidad y un internet de primera, así como muchos vuelos comerciales para venir a invertir en Monagas. Maturín vivió una época muy próspera”, señala el dirigente.
Hernández cuestionó que el estado oriental tenga una baja producción petrolera, a pesar de tener el petróleo más liviano denominado “El Merey”, pero que se utiliza para mezclarlo con el crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
“La baja producción de petróleo en Monagas se debe al desmantelamiento de los campos petroleros para ser vendidos como chatarra. De los 18.566 pozos que estaban activos en 1998, menos de 500 son los que actualmente están en funcionamiento, y de esa cantidad, 341 pertenecen a Monagas. Con la invasión rusa a Ucrania, la situación está lejos de mejorar”, advierte el presidente del Frente “Rompiendo Cadenas”.
Derrames de crudo
Hernández indicó que solo en lo que va de año, se han registrado en el país 199 derrames de crudo y más del 90% de los reportados han ocurrido en los estados Anzoátegui, Monagas, Zulia, Sucre, Falcón y Carabobo. “Estos resultados concuerdan con la localización geográfica de las principales instalaciones y zonas de producción de la industria petrolera de Venezuela”, sostiene Hernández.
En los últimos 10 años, han ocurrido dos derrames de gran magnitud: el primero fue el 4 de febrero de 2012 cuando hubo una rotura de una tubería de Pdvsa en la población de Jusepín, que se prolongó por casi un día, pues el personal de la estatal se encontraba en un acto celebrando un aniversario más de la intentona golpista de Hugo Chávez. Tras este incidente, los habitantes del municipio Maturín se vieron afectados por la falta de agua durante dos meses debido a la contaminación del río Guarapiche, donde estimaciones indican que se vertieron entre 60.000 y 150.000 barriles de crudo.
El 22 de diciembre de 2020 se registró otro derrame precisamente en la planta de Pdvsa Jusepín, que afectó también al río Guarapiche y dejó sin servicio de agua a más de un millón de personas en la capital monaguense.
Sin embargo, este año los derrames no se han hecho esperar, pues hace poco más de un mes, los morichales ubicados en la parroquia La Pica de Maturín, resultaron afectados por un nuevo derrame que dañó gran cantidad de siembras de plátanos y cambures. El dirigente gremial Luis Hernández añadió que se han producido otros cuatro desbordamientos de petróleo, pero de menor intensidad. La principal causa de estos siniestros se debe a la falta de mantenimiento en los campos petroleros.
“La mística y el sentido de pertenencia que había en Pdvsa se perdió y eso se pudo constatar con el derrame ocurrido en los morichales de La Pica, porque los correctivos no se aplicaron de forma inmediata. Después de afectar la siembra y los suelos con los cultivos, contaminan el medio ambiente, lo cual es difícil de sanar en corto tiempo. Lamentablemente la industria petrolera no cuenta con un personal capaz de dar respuestas inmediatas cuando ocurren este tipo de accidentes”, dijo.
Cuestionó que el personal de la estatal petrolera tenga pocos conocimientos para atender estos asuntos y, en cambio, solo saben embalar cajas y bolsas de comida. Como ejemplo se refirió a un derrame ocurrido en la zona de El Tigre. El personal enviado no se percató de que la tubería estaba activa y al encender el soplete, se produjo una explosión que dejó como saldo dos personas fallecidas: un soldador y su ayudante.
Manifestó, además, que los tubos de transportación de crudo fueron desmantelados en su mayoría y vendidos como chatarra a Irán y China. “No tienen cómo dar soluciones inmediatas y, por lo tanto, solo nos queda rezar para que no sigan ocurriendo estas filtraciones por malas tuberías”.
Accidentes en la industria petrolera
Son varias las explosiones que se han registrado en el estado Monagas en los últimos años y que involucran directamente a la estatal Pdvsa, afectando aún más la mermada producción de gas y petróleo.
Entre los accidentes ocurridos se puede mencionar el que se produjo el 20 de marzo de 2020, cuando un separador explotó en la estación El Carito, ubicada en Punta de Mata, municipio Ezequiel Zamora, el segundo más productor del estado.
Afortunadamente, la explosión no dejó víctimas o heridos que lamentar, pero sí afectó la producción de gas doméstico que quedó paralizada por varios días.
Otro accidente fue el registrado el 2 de febrero de 2021, en el que una explosión se produjo en la Planta Complejo Operativo Amaña en Punta de Mata, a dos kilómetros de la redoma de la Virgen.
Cabe señalar que en esta y otras explosiones, el régimen de Maduro ha denunciado supuestos ataques terroristas para afectar los campos petroleros y las refinerías para “dejar sin gas doméstico a las familias venezolanas”.
Más personal, pero para hacer política
Al ser consultado acerca de la cantidad de trabajadores con que cuenta actualmente Pdvsa, Hernández afirma que el personal ha aumentado, pero no para trabajar a favor de la empresa, sino para mantener la fuerza política.
“Han triplicado el personal, no para aumentar la productividad, sino la política, para ‘sapear’ a los trabajadores que piensen distinto y así tener el mejor control de la empresa, pero no para generar beneficios de productividad”, expresó.
En relación a la reactivación de la industria petrolera, sostuvo que esta va encaminada de acuerdo a los resultados de las reuniones que se han efectuado en Panamá entre la oposición y el régimen de Nicolás Maduro, con asistencia de Estados Unidos, Rusia, China y Noruega.
No obstante, para que se dé una verdadera reactivación en Pdvsa, Venezuela requiere más de 28 mil millones de dólares anuales por un periodo de ocho años consecutivos. Con la crisis en Ucrania por la invasión rusa, cree difícil que pueda alcanzarse esta meta y menos la anunciada por Maduro de aumentar la producción petrolera a 2 millones de barriles de petróleo.
Quema indiscriminada de gas
“En Monagas se incineran y se expulsan a la atmósfera más de 1.600 millones de pies cúbicos de gas”, así lo declaró el dirigente del frente petrolero, quien no dudó en afirmar que por esta situación, Monagas se ha vuelto “un estado asfixiante”.
No solo la perforación de pozos ha disminuido, sino también la producción de gas en la región oriental, donde en muchas personas siguen pasando penurias para poder adquirir una bombona de gas doméstico.
Los últimos tres años fueron muy convulsos debido a la poca producción de gas, lo que generó muchas manifestaciones públicas en diferentes comunidades de Maturín y algunos municipios. Tal fue la escasez de gas doméstico, que por muchos meses, cocinar en fogones era la única alternativa de las familias monaguenses, quienes debían salir todos los días en busca de leña. Incluso, la madera se volvió un negocio al comercializarse en diferentes lugares donde la vendían por “bojotes” hasta en cinco dólares.
“La quema indiscriminada de gas no se ha detenido. Día y noche siguen ardiendo millones de metros cúbicos de gas. Esto crea una atmósfera irritante que trae como consecuencia problemas respiratorios en los vecinos que están adyacentes a los campos gasíferos. En los años cuando hubo mayor escasez de gas doméstico, fueron muchos los niños e incluso adultos mayores que fueron llevados al hospital central de Maturín por problemas respiratorios por la inhalación prolongada al humo de fogones”, enfatizó Hernández.