Las asociaciones de víctimas de curas pederastas en Italia informaron hoy de que aún no han recibido una respuesta de la Conferencia Episcopal a su petición de abrir una investigación independiente para dar respuestas y hacer justicia sobre este fenómeno, como ha sucedido en la mayoría de países europeos.
“No nos llegan señales esperanzadoras”, dijo la directora de la agencia de información Adista y que colabora con la asociaciones de víctimas, Ludovica Eugenio, en una rueda de prensa en la sede de la prensa extranjera en Roma.
Las víctimas de abusos a menores reunidas en la iniciativa “Italianchurchtoo” (También la Iglesia italiana) enviaron una carta a la Conferencia Episcopal italiana a la apertura de su asamblea general, el pasado lunes, para pedir una investigación y que se abran los archivos eclesiásticos.
Sin embargo, según Eugenio, de las informaciones que han recibido no parece que la Iglesia italiana esté dispuesta a una investigación independiente, sino que se inclinan a abrir pesquisas a nivel interno, mientras que “la apertura de los archivos no será de los centros religiosos sino sólo de los centros de escucha que han recogido el material en estos últimos tres años”.
“Este tipo de investigación no puede que reportar una mínima parte de las denuncias, sobre todo porque no es un ambiente neutral ya que es justo el sitio donde se perpetraron los abusos”, denuncia Eugenio.
El fundador de la asociación “Rete L’Abuso”, Francesco Zanardi, reiteró las cifras que ha recopilado sobre los casos de abusos a menores en el país sólo en los últimos años: 164 sacerdotes investigados, 162 condenados y 30 obispos encubridores, y agregó que les han llegado nuevas acusaciones relativas a otros 161 sacerdotes.
Zanardi dijo que una proyección en Italia del informe realizado por una comisión independiente en Francia desde 1950, teniendo en cuenta que los sacerdotes en Italia son muchos más, daría “un millón de niños abusados”.
“Si en Francia se calcularon 216.000 víctimas con 22.000 sacerdotes y de estos 3.000 pederastas, sólo hay que echar cuentas para calcular cuantos serían en Italia donde hay 52.000 curas”, agregó.
Zanardi, que fue víctima de un cura cuando era niño, apuntó que la necesidad de abrir una investigación se debe a que es “la única institución en la que se encubre y se pagan los abogados a los sacerdotes acusados” y destacó que siguen recibiendo denuncias de sacerdotes que siguen ejerciendo, porque han cambiado de parroquia, después de haber sido acusados de abusos a menores.
“Un cura, entrenador del equipo de fútbol del Don Bosco, ha sido trasladado dos veces en Italia y ahora está en Argelia gestionando una comunidad de 120 menores”, denunció.
Las víctimas esperan que hoy, en la rueda de prensa final de la asamblea de la Conferencia Episcopal, el nuevo presidente, Matteo Zuppi, “dé señales”, dijo por su parte Michelangelo Ventura de la asociación internacional “We are the church” (Nosotros somos iglesia) en Italia, que destacó que sus peticiones no se hacen por capricho, sino “porque es el camino que se ha tomado en otros países”.
La solicitud llega también desde el Vaticano, pues el cardenal Sean Patrickk O’Malley, que preside la Comisión vaticana para la Protección de los Menores, dijo este jueves a los obispos italianos que “ningún lugar puede quedar exento de la obligación de abordar estas cuestiones”.
“Tenéis una oportunidad extraordinaria para desarrollar diálogo honesto y no a la defensiva con todos los implicados a nivel nacional y local, y a iniciar un proceso constructivo de revisión, reforma y reconciliación”, les instó.
EFE