La hora de la verdad en Cannes, para una Palma de Oro de difícil elección

La hora de la verdad en Cannes, para una Palma de Oro de difícil elección

71 ° Festival de Cannes – Cannes, Francia, 7 de mayo de 2018. El símbolo de la Palme d’or se ve dentro del Palacio del Festival. REUTERS / Regis Duvignau

 

El Festival de Cannes celebró este sábado la tradicional alfombra roja con una difícil elección encima de la mesa, sin un claro favorito para la Palma de Oro tras casi dos semanas de cine muy diverso.

Directores, actores y productores de películas que podrían recibir algún premio fueron desfilando con sonrisas tensas, junto a jurados e invitados de gala, entre los que destacaban el español Javier Bardem, o el mexicano Alfonso Cuarón.

La mayoría de las 21 películas en liza por el máximo galardón abordan dramas sociales o familiares, denuncian injusticias o exhiben contradicciones, en un mundo en crisis o que se resiste a cambiar.

“Close”, de Lukas Dhont, un drama sobre dos adolescentes cuya amistad acaba abruptamente, suscitó muchos aplausos casi al cierre del certamen, a causa de su delicada manera de abordar una incipiente homosexualidad.

También “Las ocho montañas”, de la pareja belga Charlotte Vandermeersch y Felix van Groeningen, trata sobre una amistad masculina.

El cine iraní impactó con “Leila’s brothers”, de Saeed Roustaee, y “Holy spider” de Alí Abbasi, dos maneras distintas de reflexionar sobre la situación de la mujer en el mundo musulmán.

“Boy from heaven”, de Tarik Saleh, optó por cuestionar el islam mediante un thriller en el Egipto contemporáneo.

Los países occidentales también se llevaron su lote de críticas, algunas en tono satírico, como “Triangle of sadness”, del sueco Ruben Ostlund, ya ganador de una Palma de Oro por “The square” en 2017.

– El desafío migratorio –

Varios cineastas abordaron el desafío migratorio en una Europa en crisis. “Tori et Lokita”, de los hermanos belgas Dardenne (que podrían conseguir su tercera Palma de Oro), denunció la situación de los menores indocumentados; “RMN”, del rumano Cristian Mungiu (ya coronado en Cannes en 2007), advirtió sobre el racismo y el extremismo político.

“Un petit frère”, de Léonor Serraille, muestra la saga de una familia migrante africana en Francia.

Asia estuvo presente con varias películas, situadas en Corea del Sur, un país que ha emergido como una potencia cinematográfica en los últimos años.

“Broker”, del japonés Hirokazu Kore-eda (también con una Palma de Oro a sus espaldas), narra el drama de los niños abandonados. “Decision to leave”, del surcoreano Park Chan-Wook, pone en escena un complejo romance entre un policía y una sospechosa de asesinato.

Otros directores optaron por la introspección, por los recuerdos dolorosos o nostálgicos del pasado familiar, las amistades perdidas.

“Nostalgia”, del italiano Mario Martone, es un retrato desencantado de Nápoles bajo control de la Camorra, “Armageddon time”, de James Gray, sobre el Nueva York de los años 1980 y el racismo.

La francesa Claire Denis ambientó en Nicaragua un romance teñido de misterio en “Stars at noon”. Su compatriota, la actriz y directora Valeria Bruni-Tedeschi, rindió homenaje a la escuela de teatro de su juventud en “Les Amandiers”.

El ruso Kirill Serebrennikov mostró en “La mujer de Chaikovski” la homosexualidad del famoso compositor a través de la mirada de su esposa. La presencia en el certamen del cineasta, crítico con su gobierno y ahora exiliado en Berlín, fue criticada por grupos de ucranianos que consideran que no debería participar, a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

– Cine osado –

Fiel a su tradición de abrir nuevos caminos, Cannes también dio oportunidad a películas de corte experimental o de ciencia ficción.

“Pacification”, del español Albert Serra, ambientada en la Polinesia, volvió a dividir a los críticos con un cine de largos planos y mucha ambigüedad. “Crimes of the future”, del canadiense David Cronenberg, propuso un futuro en el que el sexo pasa por la cirugía, y el polaco Jerzy Skolimowski sorprendió con las aventuras de un asno, “Eo”.

El festival de cine más importante del mundo ya premió el año pasado a una película osada y polémica, “Titane”, una reflexión sobre la transexualidad y la relación entre el ser humano y los coches, firmada por una mujer, Julia Ducournau.

Este año, cinco mujeres –el mayor número en la historia del certamen– aspiran al máximo galardón.

El jurado, de nueve personas, encabezado por el actor francés Vincent Lindon, deberá entregar el veredicto a partir de las 20H30 (18H30 GMT).

La actriz española Rossy de Palma preside este año el jurado la Cámara de Oro, a la mejor ópera prima de un director novel, categoría en la que participan “El agua”, de la española Elena López Riera, “1976”, de la chilena Manuela Martelli y dos cintas colombianas, “Un varón” y “La jauría”.

AFP

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