Rescatistas nepalíes recuperaron los cadáveres de las 22 personas que iban a bordo de un avión de pasajeros que se accidentó en la cordillera del Himalaya, informaron el martes las autoridades que comenzarán el proceso de identificar a las víctimas.
“Todos los cuerpos han sido encontrados”, dijo Deo Chandra Lal Karn, portavoz de la Autoridad de Aviación Civil, a AFP.
“Se realizará el proceso de identificación de los cuerpos”, añadió.
Los controladores aéreos perdieron contacto con el avión Twin Otter operado por la aerolínea nepalí Tara Air poco después de que despegó la mañana del domingo de Pokhara, en el oeste de Nepal, con rumbo a Jomsom, un popular destino de excursionistas.
Los restos del avión fueron hallados un día después, esparcidos a más de 4.000 metros de altitud.
Diez de los cadáveres fueron transportados el lunes por helicóptero a la capital de Nepal, Katmandú.
Los doce restantes quedaron en el lugar del accidente, de difícil acceso y afectado por unas malas condiciones meteorológicas que dificultaron la evacuación.
Unas 60 personas fueron desplegadas en la misión de rescate entre miembros del ejército y la policía, guías de montaña y lugareños.
La mayoría de ellos escalaron kilómetros para llegar al lugar del accidente y muchos durmieron acampando a gran altitud.
La causa del accidente todavía debe ser dilucidada. Un portavoz del aeropuerto de Pokhara, Dev Raj Subedi, dijo el lunes que la nave no se había incendiado y que parecía haber colisionado.
– Un pobre historial de seguridad –
Cuatro indios, dos alemanes y 16 nepalíes iban a bordo de la aeronave. Los cuatro indios eran una pareja divorciada, su hija de 15 años y su hijo de 22 años, que pasaban unas vacaciones.
“Había una orden judicial para el padre pasara diez días con la familia cada año por lo que estaban de viaje”, dijo el oficial de policía indio Uttam Sonawane a AFP.
Según la web de la Red de Seguridad Aérea, la aeronave fue fabricada por la compañía canadiense De Havilland y realizó su primer vuelo hace más de 40 años, en 1979.
Tara Air es una filial de Yeti Airlines, una compañía aérea nacional de propiedad privada que vuela a destinos remotos de Nepal.
Su último accidente mortal lo sufrió en 2016 en la misma ruta, cuando un avión con 23 personas a bordo se estrelló contra una montaña.
El sector aéreo de Nepal ha experimentado un gran auge en los últimos años, transportando mercancías y personas entre zonas de difícil acceso, así como a excursionistas y escaladores extranjeros.
Sin embargo, sufre importantes problemas de seguridad por la falta de formación y de mantenimiento. La Unión Europea ha prohibido el acceso de todas las aerolíneas nepalíes en su espacio aéreo por motivos de seguridad.
Además, el país cuenta con algunas de las pistas más remotas y complicadas, rodeadas de cumbres nevadas y con condiciones meteorológicas cambiantes, donde el aterrizaje supone un desafío incluso para los pilotos más habilidosos. AFP