Las autoridades japonesas condenaron a cuatro años y medio de prisión a un anciano de 88 años por apuñalar fatalmente a su nieta de 16 en un acto de violencia que el acusado dijo no recordar debido a que padece de Alzheimer.
Por Infobae
De acuerdo con la prensa local, los hechos ocurrieron cuando Susumu Tomizawa discutía con su nieta una noche de septiembre de 2020 en su casa ubicada en la prefectura de Fukui, al oeste de Japón.
La discusión escaló y el hombre tomó un cuchillo de cocina de 17 centímetros de largo de una unidad de almacenamiento en su casa y entró en su habitación, donde la apuñaló repetidamente en el cuello.
Tomizawa dijo ante el tribunal que llevó el caso el mes pasado, que no recordaba haber matado a Tomomi (su nieta) ni tampoco de qué se trataba su pelea. Pero un juez dictaminó que entendía el peso de sus acciones, citando en parte una llamada telefónica que hizo a su hijo mayor sobre el cuerpo ensangrentado de Tomomi en el piso justo después del apuñalamiento.
“Su forma de cometer el crimen fue peligrosa y su fuerte intención de matar fue evidente”, dijo el martes el juez del tribunal de distrito de Fukui al leer la sentencia.
Este caso ha sorprendido a los residentes de la prefectura de Fukui, donde los delitos violentos son extremadamente raros. En 2021, la prefectura con una población de 760.209 tenía solo tres casos de asesinato conocidos.
Tomomi comenzó a vivir con su abuelo aproximadamente un mes antes de que la asesinaran, después de pelearse con sus propios padres. Pero, según los informes, los dos no se llevaban bien y la joven de 16 años consideró mudarse. Tomizawa había estado bebiendo mucho la noche en que la apuñaló hasta la muerte, escuchó el tribunal.
La condición de Tomizawa fue un punto central en el juicio, ya que un juez que deliberaba sobre el castigo apropiado tenía que evaluar si el hombre de 88 años cometió el asesinato a sabiendas.
Una semana antes del fallo, el tribunal asignó a un médico para que realizara una evaluación psiquiátrica de Tomizawa. El médico, Hiroki Nakagawa, confirmó que el abuelo tenía la enfermedad de Alzheimer basándose en sus registros médicos anteriores, pero dijo que su condición probablemente no influyó en el crimen, según Fukui Television, una estación de noticias local.
“Tenía un motivo para cometer el crimen, como pelear con Tomomi, y sus acciones fueron intencionales y consistentes con su intención de matar, ya que la apuñaló en el cuello”, dijo Nakagawa.
Sin embargo, el tribunal le impuso a Tomizawa una sentencia reducida debido a su enfermedad. Japón castiga el asesinato con la pena de muerte o cadena perpetua. La pena mínima es de cinco años.
En 2014, un ex taxista de 72 años que padecía demencia, un tipo de Alzheimer, estranguló fatalmente a una mujer de 82 años que estaba en el mismo hospital que él. De manera similar, el hombre recibió una sentencia reducida de tres años dada su condición mental.