Si Rafa Nadal está acumulando toneladas de elogios desde que ganó su decimocuarto Roland Garros no es sólo por haber alcanzado semejante cifra en el prestigioso Grand Slam, sino por cómo lo ha hecho. Convivir con el dolor es algo a lo que se había acostumbrado, pero la enfermedad que padece le hace plantearse cada vez más su futuro.
Por 20 Minutos
A sus 36 años recién cumplidos, el principal enemigo que tiene Nadal es el síndrome de Müller-Weiss. Una enfermedad rara, incurable y cuyo único tratamiento efectivo e inmediato es totalmente incompatible con un deportista. Es este, y no otro, el motivo por el que Nadal ha elegido un tratamiento revolucionario con el que pretende estirar su carrera deportiva (y con ello, su leyenda) al máximo posible.
Lo último que quiere Nadal es pasar por el quirófano, ya que la solución sería tan radical como sus consecuencias: el pie dejaría de dolerle, pero también tendría que dejar el tenis. Y eso es algo que, a día de hoy, no contempla, por suerte para los millones de seguidores que tiene uno de los mejores (quizá el mejor) deportistas de la historia.