El homenaje sufrido por quienes recuerdan, que somos todos los venezolanos que deseamos la libertad, al adolescente Neomar Lander, muerto en Chacao durante las protestas callejeras contra el régimen macabro de Nicolás Maduro, sigue empañado, ahora tendrá una recordación más, también tenebrosa: cuatro otros muchachos resultaron presos, entregados a la policía política por funcionarios de la alcaldía del este capitalino.
La justificación luce por demás baladí: vandalizaron paredes del municipio. Debe ser que quienes dirigen esa alcaldía jamás hicieron en su vida una pinta, un grafiti en algún baño, o rayaron de niños las paredes de sus casas, presos si estoy seguro que no resultaron por llenar de niños de marrón las cerámicas de sus excusados. La expresión pública, ahora por demás prohibida, tiene en las paredes un necesario asiento. El impoluto Chacao no creo que padezca por unas letras juveniles recordatorias de la muerte o de quien la ocasionó. Padece más el gris que regaron en el municipio para darle continuidad al gris esparcido en Caracas para condicionar a los ciudadanos. Padece más la continua tala de árboles que afecta el clima, la protección ante el sol, el oxígeno del muncipio. Padece más el pago del aseo, figúrense ustedes, que una visual rayada, afectada, por las letras rebeldes.
Si algún venezolano tenía dudas acerca del error cometido con los supuestos votos de las supuestas elecciones regionales, en lo ocurrido ayer mismo en Chacao tiene la muestra fehaciente. Quienes denunciamos tiempo atrás el gris, o nos opusimos a elecciones pactadas y fraudulentas no erramos la apreciación. La democracia no es ir a votar por cualquiera disimuladamente, como haciendo que nadie me ve. Eso no son elecciones democráticas. Una elección democrática es selecionar entre varios aspirantes de distintas tendencias, no de una sola con disfraces o simulaciones camaleónicas. Uno de los detenidos, nada menos que por el SEBIN, es estudiante de la Universidad Central de Venezuela, donde se dice entre pasillos y fuera de ellos que el máximo representante estudiantil obtuvo su triunfo con apoyo del supuesto partido de los que dirigen Chacao hoy. La UCV debe reclamar ya por su estudiante tanto como por por los demás jóvenes detenidos, quienes no merecen estar presos por rayar unas paredes, cuando más podrían ser llevados a reponer los frisos en su estado anterior, o mejor. Seguro estoy de que los mismos vecinos contribuirán con un poco de pintura y prestarán unas brochas. Una colecta bastará, con un pequeño anuncio.
Chacao parece condenado a la traición. Hay memoria de otras entregas todavía lamentables y sufridas. De las cuales esta parece una soez seguidilla. El país entero debe señalar lo ocurrido en Chacao, como un capítulo más de esta situación política entreverada, en la que el mayor provecho, por la entrega perruna – con perdón de los canes, lo sigue obteniendo políticamente el régimen del terror, ese que cuenta con secuaces de todo tipo, infiltrados en la genuina ansia de libertad de los venezolanos. Hoy quedan más que justificadas las razones para expulsar de la conciencia política de los demócratas venezolanos que aspiramos el cambio del sistema político, de este sometimiento tiránico, del despótico tratamiento de los ciudadanos a la liberación, para expulsar, repito, a quienes buscan contarse en primarias del lado opositor a quienes no lo son opositores, ni representan en nada esa ansia de libertad.
La inolvidable recordación por la muerte del adolescente Lander ha servido para situar la dimensión exacta de cada cosa. Con quienes sí y con quienes no, jamás. Quienes formen parte de la desafinada orquesta de Miraflores sin instrumentos que no sean sino sanguinarios o mortales, no tienen cabida alguna en infiltración alguna del lado opuesto. Declare quien declare a favor de ellos. No limpian sino ensucian la sola idea de oposición. La ensucian más que una pared cualquiera en la que alguien haya puesto una pinta, un grafiti o unas rayas con palabras. ¿Han visto en Caracas las muy elaboradas que piden aún la liberación de un supuesto diplomático? ¿Terminaron en cárcel sus hacedores? Lamentable pero clarificadora la jornada de ayer. Esos jóvenes con su derecho a expresarse libremente, merecen la más inmediata libertad, porque son secuestrados del régimen, sufren una detención arbitraria por demás, y sus agentes de retención no son otros que los que agradecen, pretendiendo empañar el homenaje a una víctima, lanzando otro mensaje de crueldad a toda la sociedad venezolana. ¿Quienes deben ser los condenados?