La Policía ecuatoriana detuvo al principal sospechoso de haber colocado un “carro bomba” en las afueras de una cárcel de la ciudad costera de Guayaquil, en abril pasado, informó este viernes el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
“El trabajo de la Policía no descansa, es permanente. Labores de inteligencia identificaron al supuesto autor que colocó el coche con explosivos en exteriores del CRS Guayaquil”, escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.
Detalló que entre las evidencias encontradas figuran un fusil, una pistola y varios tacos de sustancia explosiva.
En su cuenta de Twitter, el Ministerio del Interior se refirió al detenido como “el principal sospechoso del acto terrorista perpetrado el pasado 25 de abril, en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral”.
Testigos dijeron ese día que dos sujetos abandonaron durante la madrugada el vehículo, que luego explotó, y huyeron en dos motocicletas en las que los esperaban dos cómplices, según el canal local Teleamazonas, que habló entonces de “un coche bomba”.
El vehículo quedó completamente destruido por la deflagración que dejó varias partes del mismo esparcidas por los alrededores.
La explosión, ocurrida en la madrugada de ese día, no dejó víctimas humanas, pero sí provocó daños en un restaurante aledaño.
A la cárcel conocida como La Roca fueron trasladados a principios de ese mes los líderes de bandas que provocaron enfrentamientos el pasado 3 de abril en la cárcel de “Turi”, en la ciudad andina de Cuenca (sur del país), en los que murieron veinte reos.
Se trató del primer hecho violento de gran magnitud registrado este año en aquella prisión, donde el 23 de febrero de 2021 ya fueron asesinados 33 reclusos, la mayoría decapitados y desmembrados, como parte de un ataque simultáneo coordinado por bandas criminales en distintas cárceles que, en total, dejó 78 muertos en todo el país.
En Ecuador murieron cerca de 400 presos en los últimos dos años en enfrentamientos entre organizaciones rivales vinculadas al narcotráfico, con ramificaciones dentro y fuera de los centros penitenciarios. En septiembre del año pasado se informó de un ataque en la cárcel regional de Guayaquil perpetrado con drones, que provocaron varias explosiones, aunque no víctimas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó en marzo pasado a Ecuador a incrementar el personal de prisiones a cargo de la seguridad y vigilancia de los centros, pidió recuperar espacios ahora ocupados por bandas criminales, y desarrollar una política que prime la prevención del delito y no el encarcelamiento.
EFE