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La guerra de Ucrania cumple este domingo 108 días, es decir, más de tres meses y medio, y las fuerzas contendientes empiezan a dar signos de agotamiento, no solo en cuanto a tropas, sino también lo que a armamento se refiere.
Por 20minutos.es
Si esta semana Ucrania daba la voz de alarma diciendo que ya depende exclusivamente del armamento que le suministre Occidente, Rusia no está en mejor situación: lo que para el Kremlin iba a ser una operación relámpago, se ha alargado por encima de sus previsiones.
Tal y como recoge el Mirror, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña asegura que Rusia se ha quedado sin misiles modernos de precisión y se ve obligada a recurrir a armas de la época de la Guerra Fría.
Según estas fuentes, estos misiles de cinco toneladas y media, diseñados para apuntar a portaaviones, están causando “daños colaterales significativos y bajas civiles” a las fuerzas de Ucrania en la región de Donbás.
“Cuando se emplean en un ataque a tierra con una ojiva convencional, son muy imprecisos y, por lo tanto, pueden causar daños colaterales significativos y víctimas civiles”, dijo el Ministerio de Defensa.
Respecto al panorama general del conflicto, el Ministerio británico de Defensa dijo que ahora había “intensos combates calle por calle” y que “ambos bandos probablemente sufran un gran número de bajas”.