Durante el allanamiento realizado este martes en el hotel de Plaza Canning Design, la justicia federal incautó los celulares de los iraníes que integran la tripulación del Boeing 747 de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo. Hora después se ordenó una pericia sobre los dispositivos electrónicos, que realizará la división de cibercrimen de la Policía de la Ciudad. La fiscal Cecilia Incardona pidió una varias medidas para determinar si algunos de los ciudadanos iraníes guarda alguna vinculación con organizaciones terroristas.
La causa penal para dilucidar las sospechas alrededor del avión venezolano-iraní se abrió el lunes por la tarde, con un pedido de la representante del Ministerio Público Fiscal para que se decrete el secreto de sumario. En esas condiciones se encuentra a la fecha el expediente.
Cuando impulsó la acción penal, la fiscal Incardona le sugirió una serie de medida al juez Federico Villena, que apuntan, esencialmente, a esclarecer los motivos por los cuales el avión matrícula YV3531 y que hasta enero pertenecía a la aerolínea iraní Mahan Air, aterrizó en suelo argentino.
La investigación penal se abrió en base a la denuncia presentada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). En el texto plantearon la posible conexión del piloto de la aeronave con un organización considerada terrorista.
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