Reforzar las medidas de control y vigilancia, impulsar la participación comunitaria y la solidaridad global son los pasos básicos necesarios para enfrentar la viruela del mono, señaló este miércoles la Oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Europa continúa siendo el epicentro del brote detectado hace un mes en Reino Unido, con más de 1.500 casos registrados en 25 países (el 85 % del total global), y la viruela del mono constituye un riesgo “real”, apuntó en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
“Cuanto más circule el virus, mayor será su alcance y más fuerte será el arraigo de la enfermedad en países no endémicos”, afirmó.
De ahí que llamase a reforzar la rápida identificación de casos, el aislamiento de pacientes y el rastreo de contactos estrechos.
“Incluso sin todas las herramientas disponibles ahora mismo, tenemos lo necesario para encontrar los casos y prevenir la progresiva propagación”, aseguró Kluge, recordando que la OMS ha lanzado fondos de emergencia para favorecer la rápida identificación y secuenciación en países sin el material necesario en sus laboratorios.
Los expertos de la OMS resaltaron que es necesario aprender más de la enfermedad y que los datos disponibles son aún escasos para realizar modelos precisos, si bien no se han detectado mutaciones, la mayoría de casos presentan síntomas leves y el riesgo de contagio para la población general es bajo.
Así, la directora de emergencias de OMS-Europa, Catherine Smallwood, señaló que se siguen investigando los casos y comparándolos con los de países endémicos y que no se espera que el virus evolucione al mismo ritmo que el SARS-CoV-2, aunque advirtió que la viruela del mono puede ser una enfermedad “severa”.
“Todas las medidas que estamos adoptando buscan impedir la transmisión para evitar que se pueda producir una pandemia”, afirmó la directora del Centro Europeo para el Control y la Prevención de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), Andrea Ammon.
La OMS anunció ayer que convocará su comisión de emergencias el próximo 23 de junio para determinar si la transmisión de la viruela del mono en países no endémicos constituye una emergencia de salud pública de preocupación internacional.
ESTIGMATIZACIÓN DE HOMOSEXUALES Y EVENTOS VERANIEGOS
Aunque la mayoría de los casos corresponden a hombres que tienen sexo con otros hombres (MSM, por sus siglas en inglés), la viruela del mono no está vinculada a ningún grupo de población específico.
“Este virus no elige a nadie, sino oportunidades para transmitirse mejor”, resumió Smallwood.
Kluge insistió en que estigmatizar a ciertos grupos menoscaba la respuesta de salud pública y citó ejemplos anteriores de esto como el SIDA, la tuberculosis o la misma covid-19.
La OMS y el ECDC han lanzado una guía conjunta con recomendaciones a las autoridades con vistas a los eventos de masas del verano europeo, que consideran “poderosas oportunidades para contactar con gente joven, activa sexualmente y muy móvil”.
“La viruela del mono no es una razón para cancelar eventos, sino una oportunidad para aprovecharlos e impulsar nuestro compromiso”, afirmó Kluge.
La suspensión de grandes festivales o desfiles del orgullo gay sería contraproductiva, ya que supondría un cambio a otros escenarios menos accesibles a las intervenciones de salud pública, como las fiestas privadas.
Entre las recomendaciones de estos organismos figuran mejorar la comunicación previa con organizadores y profesionales de la salud, usar las redes sociales en la difusión de información y promover la buena higiene y la protección sexual.
LLAMADA A LA SOLIDARIDAD
Otro de los puntos recurrentes de la comparecencia de OMS-Europa fueron las continuas llamadas a la solidaridad global y a compartir información, para no repetir los “errores” cometidos con la pandemia de coronavirus.
“Ruego a los gobiernos que afronten la viruela del mono sin repetir los errores de la pandemia (de coronavirus) y que mantengan la equidad en el centro de todo lo que hagan”, dijo Kluge.
Kluge recordó que esa enfermedad estaba “olvidada” pese a que es endémica en el oeste de África desde hace décadas y defendió que una estrategia egoísta podría tener “consecuencias dañinas”.
“Ahora que está en Europa y en otras partes hemos visto de nuevo cómo un reto en una zona del mundo puede fácil y rápidamente ser un reto conjunto y cómo todos debemos trabajar juntos para asegurar una respuesta coordinada que sea justa para todos, sobre todo los más vulnerables”, afirmó.
Asimismo resaltó que hay una cantidad limitada de vacunas y antivirales, así como información reducida sobre su uso, si bien la OMS no recomienda la vacunación masiva, solo a grupos determinados como contactos estrechos de pacientes.
EFE