Según la estadística llevada por la organización no gubernamental Las Mercedes, en los centros de retención del estado Lara, fallecieron 16 reclusos por desnutrición y tuberculosis.
Corresponsalía lapatilla.com
Al respecto, Carlos Meléndez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), indicó que el número de muertes por estas causas en la región larense disminuyó en comparación al mismo período del año 2021, donde se registraron 26 decesos, es decir, 10 más que los del primer semestre de 2022.
Explica Meléndez que las condiciones de insalubridad y el hambre de la población penitenciaria de Lara, siguen siendo las principales razones de muerte de los reclusos de las diferentes cárceles de este estado.
Nayibe López, representante de la organización Las Mercedes y Carlos Meléndez del OVV, coinciden en que la muerte de los reclusos de Lara es otra forma de violencia, para ellos, la crisis humanitaria compleja se ve manifestada en los recintos carcelarios de Lara, donde no existen garantías mínimas para sobrevivir.
López resalta que la situación en los penales en cuanto a salubridad, alimentación y asistencia médica no ha cambiado en los últimos cinco años, balance que mantienen como ONG por no contar con las estadísticas oficiales por parte del régimen, quien es el encargado de la custodia de los detenidos.
Extorsión interna
La especialista señala que actualmente han disminuido los casos de muertes por asesinatos durante enfrentamientos y coliseos pero afloran las que se dan por el “cobro de la causa” que es una forma de presión ejercida por el pranato de los diferentes recintos carcelarios de la entidad.
Menciona López que los presos que no pagan “la causa”, son castigados por los pranes o sus lugartenientes con aislamientos, golpes y hasta disparos en los pies, mencionando también que en algunos casos les restringen los alimentos y el agua.
Como dato relevante, la defensora de los derechos humanos reveló que entre los pranes hay exfuncionarios de los diferentes organismos de seguridad del Estado, como, Guardia Nacional, Policía Nacional Bolivariana, CICPC y Polilara, quienes al parecer, sellan pactos con los custodios para asumir el mando de los recintos.
Finalmente, resaltó López que la estructura de violencia interna se manifiesta en la violación de los derechos humanos de los presos que son sometidos a graves agresiones ahora también por parte de estos exfuncionarios que tienen el mismo poder que cuando estaban activos, ejerciéndolo a través de la extorsión y la violencia.