El cuerpo del creador del antivirus informático McAfee sigue en una morgue de Barcelona un año después de su muerte en prisión, mientras la justicia española decide si acepta el recurso de la familia para reabrir la investigación que determinó que se había suicidado.
El cadáver de John McAfee continúa en el depósito del Instituto de Medicina Legal de Barcelona, confirmaron a la AFP fuentes del Departamento de Justicia de la región de Cataluña.
Allí fue trasladado poco después de la tarde del 23 de junio de 2021, cuando el cuerpo del controvertido empresario fue descubierto en su celda de la prisión Brians 2, a unos 40 kilómetros de Barcelona. Todo apuntaba a un aparente suicidio, y así lo confirmó después la única autopsia realizada hasta el momento.
Su esposa, sin embargo, nunca creyó que McAfee, entonces de 75 años y a quien horas antes de su muerte la Justicia española había autorizado extraditar a Estados Unidos, se hubiera quitado la vida. Por ello, solicitó más diligencias, al considerar la primera autopsia “incompleta”, según explicó su abogado, Javier Villalba.
Ante la negativa del juez instructor, y con el fin de reabrir la investigación, la familia interpuso después un recurso que todavía está pendiente de resolución en la Audiencia Provincial de Barcelona.
“Hoy hace un año que nos robaron a John McAfee. Un líder de la libertad & privacidad, el mundo es un lugar más oscuro sin él”, escribió en Twitter Janice McAfee.
Acusado en Estados Unidos de fraude fiscal, John McAfee hizo fortuna con el antivirus que lleva su nombre en los años 1980. Después se convirtió en un gurú de las criptomonedas y era seguido por un millón de personas en Twitter.
Fue detenido en octubre de 2020 en el aeropuerto de Barcelona tras la publicación por un procurador estadounidense de un acta de acusación en su contra por haber omitido declarar millones de dólares en ingresos por la promoción de criptomonedas, servicios de consultoría, conferencias y derechos vendidos para un documental sobre su vida.
Las autoridades estadounidenses habían emitido una orden de captura por Interpol y pedido su extradición por unos delitos que, de haber sido condenado, le habrían enfrentado a una pena de hasta 30 años de prisión.
Horas antes de su muerte, la justicia española había autorizado su extradición, aunque aún podía ser objeto de apelación y debía aprobarse por el gobierno español.
No era la primera vez que McAfee se veía envuelto en polémica. Tras el misterioso asesinato en 2012 de su vecino en Belice, en un caso que aún está por resolver, la policía descubrió que el informático vivía con una muchacha de 17 años y poseía armas en su casa.
McAfee huyó durante meses y en 2015 fue detenido en Estados Unidos por conducir bajo el efecto de estupefacientes. En 2019 volvió a salir de su país. AFP