La noche del 26 de enero de 2021 un adolescente de 16 años salió de su casa en Laredo, Texas, con un amigo. Cuatro horas después su madre recibió una llamada de un teléfono de México. Le dijeron que habían secuestrado a su hijo y que debía pagar 30,000 dólares. “No es un juego”, le advirtieron.
Por Univision
Para este menor, identificado por las autoridades con las iniciales ‘JL’, el cautiverio fue como una película de terror. Lo golpearon tanto que en un momento apenas podía abrir los ojos por la golpiza, según una fotografía que le mandaron a su madre para presionarla.
En otras imágenes se le veían moretones, marcas y cortes en la cara y el cuello. También lo fotografiaron con cinta adhesiva en la boca, de acuerdo con una declaración jurada escrita por un agente del FBI.
“Pende… lo dejaron abandonado tabien pegaron con 5 moldes pero el ya mam… (sic)”, le escribieron a la madre de ‘JL’ usando la cuenta del menor en Messenger, el servicio de mensajes directos de Facebook. Se referían a un supuesto robo de cinco paquetes de droga por el que lo matarían.
La madre del menor reportó el incidente al FBI y les compartió las conversaciones y fotos que le mandaron los secuestradores. El 27 de enero, con la asistencia de agentes federales, la mujer siguió negociando con los captores de su hijo. Ese día le mandaron una imagen en la cual se le veían “marcas rojas en toda su cara y algún tipo de material en su boca”, describe la declaración.
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