Al menos 18 personas han muerto en un ataque ruso con misiles contra el distrito de Bilhorod-Dnistrovsky, en la región ucraniana de Odesa, en el suroeste del país, informó este viernes el subjefe de la Oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko, en su canal de Telegram.
“Región de Odesa. Hasta las 08.30 hora local (05.30 GMT) 18 personas han muerto, incluidos dos niños. 30 han resultado heridas”, escribió en su mensaje.
En su página de Facebook, el Servicio de Emergencias ucraniano confirmó el ataque con cohetes, que atribuyó al ejército ruso, y que se produjo a las 06.00 hora local (03.00 GMT).
“Como resultado de un ataque con misiles de la aviación estratégica Tu-22 (rusa) desde el Mar Negro en el distrito Bilhorod-Dnistrovskyi, de la región de Odesa, durante la noche, tres misiles X-22 impactaron en un edificio de apartamentos de varios pisos y dos centros recreativos”, señaló, por su parte, Tymoshenko en su último informe.
Explicó que fueron localizados “los cuerpos de 17 personas, incluido un niño. Se brindó asistencia médica a 31 personas heridas, incluidos cuatro niños y una mujer embarazada. Ocho personas fueron rescatadas de los escombros, incluidos tres niños”.
Los heridos graves han sido hospitalizados y las operaciones de rescate están en curso. Los equipos de investigación y operativos están trabajando en el lugar que ha sido atacado.
El servicio de emergencias explicó que uno de los misiles había impactado en un edificio residencial de nueve plantas que había quedado parcialmente destruido.
La región de Odesa, cuya capital del mismo nombre dispone del único puerto marítimo en Ucrania que los rusos aún no controlan, es fronteriza con Moldavia y Rumanía.
Los rusos han limitado hasta ahora sus ataques en esta zona y los han centrado en destruir las infraestructuras que unen a la región con su fronteras europeas.
Este ataque se produce un día después de la celebración en Madrid de la Cumbre de la OTAN en la que los aliados afianzaron su apoyo a Ucrania y su rechazo a la invasión que sufre por parte de Moscú, a quien consideran el mayor peligro para Occidente. EFE