Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, de largo historial como guerrillero, ha fungido como líder de las disidencias de las FARC conocidas como la Segunda Marquetalia. El pasado sábado, el gobierno de Colombia confirmó que investiga informes sobre su supuesta muerte en la frontera con Venezuela.
Por Voz de América
Hasta la fecha no han sido confirmados los reportes sobre la eventual muerte del líder de la disidencia de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conocida como Segunda Marquetalia, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez. De ser cierto, habría muerto una pieza clave en el conflicto armado de más de medio siglo en Colombia.
La guerrilla de las FARC surgió en la década de 1960 inspirada en la revolución cubana que llevó al poder al fallecido exmandatario Fidel Castro, en 1959. Medio siglo de conflicto en Colombia entre guerrilla y Estado, al que se sumaron también fuerzas paramilitares, dejó más 260.000 muertos y millones de desplazados internos.
Márquez, de 67 años de edad, ha estado más de 40 años en la guerrilla. Nació el 16 de junio de 1955 en Florencia, capital del sureño departamento del Caquetá, y su historial indica que a comienzos de la década de 1980 se vinculó al Frente 14 de las FARC. Habría caído en Venezuela por enfrentamientos con miembros de otras disidencias en el intento de controlar las rutas del narcotráfico.
“En estos momentos son informaciones que se están verificando. Estamos trabajando con nuestra Inteligencia para verificar esa información, y obviamente tan pronto tengamos alguna corroboración, informaremos oportunamente”, dijo el pasado sábado a periodistas el presidente de Colombia, Iván Duque.
Consultado acerca de dónde habría ocurrido y sobre el paradero de Márquez, Duque dijo: “Él ha estado en Venezuela, protegido por Nicolás Maduro, eso lo sabe el mundo entero”.
Durante el Foro de Sao Paolo en 2019, Nicolás Maduro, al que el gobierno de Duque no ha reconocido como legítimo, llamó líderes de paz a Márquez y al fallecido Seuxis Pausias Hernández Solarte. También afirmó que eran bienvenidos en Venezuela.
“Habían anunciado que venía Iván Márquez y Jesús Santrich, me quedé esperando. Iván Márquez y Jesús Santrich son bienvenidos a Venezuela y al Foro de Sao Paulo cuando quieran venir, son los dos líderes de paz”, dijo Maduro en la clausura del evento de políticos y activistas de izquierda latinoamericana, a fines de julio de 2019.
Maduro además dio la bienvenida entonces a otros exlíderes de las FARC, que contrario a Márquez y Santrich, acataron el acuerdo del 2016, entre ellos a Timoleón Jiménez, alias Timochenko.
El gobierno de Colombia ha denunciado por años que Venezuela otorga un puerto seguro a los rebeldes y criminales, permitiendo el tráfico de cocaína a cambio de una parte de las ganancias.
Aunque es un exponente de la ideología izquierdista y ha dado expresa bienvenida a algunos de los dirigentes de las FARC, Maduro niega las acusaciones de narcotráfico.
El paso previo de Márquez por Caracas
A finales del 2007, Márquez apareció en Caracas junto al fallecido expresidente de Venezuela Hugo Chávez en momentos en que se buscaba la liberación de un grupo de rehenes en poder de las FARC, incluida la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
Los organismos de inteligencia y de seguridad de Colombia dijeron desde entonces que se refugiaba en Venezuela, aunque el régimen de Caracas lo negó desde entonces.
Comienzo y final del historial negociador de Iván Márquez
Márquez fue el jefe del equipo negociador de las FARC que llegó al histórico acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016. Ese proceso tuvo como garantes a los gobiernos de Cuba y Noruega.
Las negociaciones de La Habana comenzaron en marzo de 2012 con una fase exploratoria y concluyeron con la firma del acuerdo en diciembre de 2016.
Por más de cuatro años, cada mañana Márquez lideró una conferencia de prensa en la que solía dar declaraciones a la prensa a través de un comunicado. En algunas ocasiones respondía preguntas de periodistas en un centro de convenciones de La Habana.
“Podemos proclamar que termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas. Hemos concluido la más hermosa de todas las batallas: la de sentar las bases para la paz y la convivencia”, dijo Iván Márquez en su discurso tras la firma del acuerdo en La Habana, el 24 de agosto de 2016.
Pero en 2018, Márquez cerró la puerta al acuerdo de paz sellado en La Habana durante el gobierno de Juan Manuel Santos, que tuvo como garantes a los gobiernos de Cuba y Noruega.
En agosto de 2019, Márquez reapareció con un grupo armado y vistiendo traje de color verde oliva. Leyó un comunicado detrás de un cartel donde se leía: “Mientras haya voluntad de lucha habrá esperanza de vencer”.
En un video divulgado entonces se le escuchó decir: “Una nueva modalidad operativa conocerá el Estado. Sólo responderemos a la ofensiva. No vamos a seguir matándonos entre hermanos de clase para que una oligarquía descarada continúe manipulando nuestro destino”, afirmó Márquez en el video publicado a finales de agosto de 2019 y que dura poco más de media hora.
En virtud del acuerdo de La Habana, las FARC se convirtieron en un partido político y con acceso entonces a 10 escaños en el parlamento. Para argumentar el retorno a las armas, Márquez dijo entonces que no podía haber paz “con impunidad”. Además el comunicado criticó la forma en que fueron implementados los acuerdos de La Habana.
El paradero de Márquez y otros datos de su vida
Márquez desapareció desde mediados de 2018 sin posesionarse como congresista, a diferencia de Santrich, que se posesionó como legislador en junio de ese año luego de recuperar la libertad tras un proceso en el que se le acusó de estar involucrado en un plan para enviar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos valoradas en 320 millones de dólares.
Márquez estuvo en la clandestinidad un año antes de anunciar el retorno a las armas en 2019. Entonces aseguró que buscaría alianzas con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
De acuerdo a la información disponible, Márquez se vinculó a la Juventud Comunista Colombiana a finales de la década de 1970, cuando tenía apenas poco más de 20 años. Durante esta época se habría vinculado a las FARC.
Antes se había graduado como bachiller normalista, que lo habilitó para impartir clases en la enseñanza primaria. En 1985 se vinculó al Frente 14 de las FARC.
Tras los acuerdos de paz firmados en 1984 durante el gobierno de Belisario Betancur, Márquez y otros se unieron a la política a través de Unión Patriótica. Fue concejal y en 1986 elegido congresista. Muchos de los líderes de ese partido fueron asesinados y la fiscalía colombiana reconoció entonces que se trató de crímenes de lesa humanidad.
Más tarde, Márquez regresó a las armas con las FARC, donde dirigió entre otros el bloque Caribe y del noroccidental. En 2008 se convirtió en vocero de la guerrilla.
En abril de 2019, tres años después de los acuerdos de La Habana, Márquez anunció que no ocuparía el curul como senador, argumentando que Santrich estaba detenido bajo cargos de narcotráfico.
“¿Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador, como una derivación del acuerdo de La Habana (…) y que me digan que soy un narcotraficante? Yo no estoy para esas cosas, necesitamos respeto, prefiero dejar esa joda allá”, dijo Márquez.
“Me voy a quedar aquí el tiempo que sea necesario hasta cuando vea que realmente hay garantías, que esto va en serio, y si no, decirles que no nos molesten, que nos dejen trabajar (…) Es muy duro lo que estoy diciendo porque esto equivale a decir que fracasó el proceso de paz en Colombia”, agregó.
“Se está o no se está”
El exjefe de la guerrilla de las FARC, convertido en jefe del partido conocido como COMUNES, después de los acuerdos de La Habana, Rodrigo Londoño (antes alias Timochenko), desaprobó el regreso a las armas de parte de las disidencias de las FARC anunciadas por Márquez.
“[Frente a la paz] no puede haber medias tintas: se está o no se está”, dijo a medios Londoño en aquella ocasión.
Hasta el momento, Londoño no ha reaccionado a los informes sobre supuesta muerte de Márquez. Sin embargo, en junio pasado dijo: “Con dolor profundo reconozco que en nombre de ideas revolucionarias las desaparecidas FARC-EP cometimos graves crímenes de guerra y lesa humanidad asociados a la privación de la libertad, faltando a nuestra propia ética revolucionaria”.
“Guardo la esperanza de recibir su perdón”, agregó el excompañero de armas de Márquez y otros opositores a los diálogos de paz de La Habana.